Tres de cada cuatro compañías no ha modificado su política retributiva como consecuencia del coronavirus, sólo un 8% ha introducido reducciones de costes salariales, y un 16,7% reconoce que está adaptando los sueldos a los nuevos modelos de trabajo.
Desde el pasado mes de marzo vivimos y, en el mejor de los casos, trabajamos de otra manera. El coronavirus también se ha dejado sentir en las empresas, sobre todo en aquellas cuya actividad se puede realizar en remoto. Un 68,3% de las compañías ha necesitado aplicar cambios en su estructura organizativa de forma rápida, siendo las más pequeñas las que han tenido que realizar mayores esfuerzos para sobrevivir en una situación inédita.
Sin embargo, la mayoría de las organizaciones, un 75,4% asegura no haber modificado su política retributiva en este nuevo contexto; sólo un 8% ha introducido reducciones de costes salariales, y un 16,7% reconoce que los salarios se están adaptando a las nuevas formas de trabajo. Esto es lo que confiesan las 400 empresas que ha entrevistado Adecco Learning & Consulting para averiguar cómo se han adaptado a esta pandemia cuyas consecuencias son más que impredecibles. Y aunque en este sentido los cambios parecen mínimos, no sucede lo mismo con las políticas de selección y, sobre todo, en cómo se trabaja: sólo el 7,9% de las empresas participantes en esta encuesta dice que mantienen el ‘modus operandi’ anterior al Covid-19.
Organización
Los procedimientos han cambiado. Dos de cada tres empresas (68,3%) han necesitado aplicar cambios en su estructura organizativa rápidamente, frente al 31,7% que no ha variado. Entre las primeras se han detectado distintas etapas: casi la mitad (46,8%) ha puesto ya en marcha los cambios necesarios; un 14,4% tiene definidas las líneas de actuación, pero aún no las ha puesto en práctica; y un 5% sabe que necesita hacer cambios en su estructura, sin embargo, no sabe qué medidas adoptar.
Y como suele suceder, son las compañías de más de 400 empleados las que no han necesitado aplicar cambios en su estructura organizativa, y también lideran la franja que está poniendo en práctica los cambios necesarios. Esto significa que en estas empresas ya estaban implantadas muchas de las prácticas que ahora están demandándose; asimismo son las que tienen mayor capacidad de adaptación al nuevo escenario. Las empresas más pequeñas han tenido que hacer frente a más cambios, aunque son las que en menor proporción los han puesto en práctica. El sector industrial ha sido el que en menor grado ha necesitado variar su estructura.
Teletrabajo
En un 59,7% de las compañías se han puesto en marcha métodos de teletrabajo y horarios flexibles de forma parcial; un 32,4% ha redefinido todos sus procesos basándose en nuevos criterios de efectividad y rentabilidad, apoyándose en un mayor uso de la tecnología. Sólo un 7,9% de las consultadas dice que no se han introducido cambios. Por tamaño, las compañías de más de 400 trabajadores son las que más han implantado el teletrabajo y la flexibilidad de horarios, mientras que las pequeñas han sido las que más dificultad están teniendo para optar por estos modelos. Por sectores, el industrial y de productos manufactureros son los que más han apostado por el trabajo en remoto y horarios flexibles.
Sueldos
Los sistemas y políticas de retribución de las empresas parecen ajenas al Covid-19: tres de cada cuatro no han modificado su política salarial; un 8% ha introducido reducciones de costes salariales; y el 16,7% reconoce que las retribuciones se están adaptando a las nuevas formas de trabajo.
Las pymes -entre 70 y 150 trabajadores- son las que más han tenido que apretarse el cinturón, mientras que las de más de 400 trabajadores destacan por adaptar los salarios a la nueva situación. Aunque, en general, todas las organizaciones encuestadas han optado mayoritariamente por no hacer cambios en sus políticas salariales. Por actividad, las empresas del sector comercio son las que en mayor grado han introducido reducciones en los costes salariales; el sector agroalimentario y la industria son los que más están adaptando los salarios a la nueva situación.
Victoria Benlloch, directora de consultoría y estrategia de Adecco Learning & Consulting, explica que “ante la situación que estamos viviendo es clave abordar y enfocar la política salarial de las empresas apuntando hacia una retribución más adaptada al nuevo escenario y a la circunstancia individual de cada compañía. Esta política debe seguir siendo retadora y motivante para el empleado, pero bajo la premisa de seguridad en costes para la empresa”.
Añade Benlloch que la irrupción de nuevos modelos de trabajo supone un reto extra: “Son muchas las empresas que tienen cierta desconfianza acerca del rendimiento que los empleados pueden tener cuando trabajan desde sus domicilios y, en contrapartida, se genera incertidumbre por parte del colaborador en cuáles son las nuevas responsabilidades y las expectativas que se tiene con respecto a su rendimiento”.
Selección
Las empresas mantienen sus procesos de reclutamiento y selección: dos de cada tres (63,3%) asegura que no ha habido cambios; el 19,4% ya ha implantado nuevas fuentes de selección y contratación basadas en la nueva situación tras la Covid-19; y el 17,3% restante está estudiando otras fuentes de selección de candidatos basadas en los nuevos procesos de trabajo a distancia, aunque aún no se hayan puesto en marcha.
Las compañías de más de 400 trabajadores son las que han llevado a cabo estos nuevos métodos con más facilidad. No sucede lo mismo en las empresas con plantillas de entre 150 y 250 empleados: la mayoría sigue viendo cómo adaptar los procesos.
El sector tecnológico es el que mejor ha asumido este desafío adaptándose a nuevas fuentes de reclutamiento y selección basadas en la tecnología.
Seguridad
Nueve de cada diez empresas ya han adaptado todas sus instalaciones a las nuevas normas de seguridad exigidas y/o recomendadas por las autoridades sanitarias y laborales, pero todavía hay un mínimo porcentaje que está en proceso de hacerlo.
El 45,7% de las compañías ha iniciado un plan continuado de formación en seguridad sanitaria; el 31,9% está realizando acciones de formación puntuales; y el 21,7% se ha limitado a distribuir las nuevas instrucciones por escrito.
De cara a los proveedores, el 56,8% de las empresas encuestadas confirma haber revisado todos los procedimientos del proceso de distribución y entrega de productos para asegurar la seguridad de clientes y empleados. Otro 21,6% señala que ha establecido un plan completo de medidas para prevenir situaciones semejantes a la actual, y un 20,1% dice que sólo ha considerado los requerimientos de la normativa gubernamental (un 1,4% asegura que no ha estudiado medidas a este respecto).
Las empresas del sector de productos manufacturados y del agroalimentario destacan por haber revisado en mayor medida que el resto todos estos procedimientos de distribución y entrega de productos.
El 44,9% de las empresas reconoce haberse “sentado” a revisar a conciencia los acuerdos con proveedores para adaptarlos a los requerimientos sanitarios y nuevas normativas relacionadas con la crisis de la Covid-19; un 16,2% dice que los acuerdos ni se han repasado ni modificado; y un 39% ha comprobado algunos puntos de esos acuerdos.
Por último, Adecco ha preguntado a las empresas si han previsto un plan de adaptación de su infraestructura para evitar nuevas situaciones de crisis sanitaras similares a la de la Covid-19. Más de la mitad (57,6%) dispone de un plan en marcha para adoptar medidas que reduzcan la incidencia de crisis sanitarias como la actual. Otro 21,6% está estudiando medidas a medio y largo plazo para enfrentarse a situaciones similares, y el restante 20,9% de las compañías reconoce que no está considerando medidas adicionales a las ya activadas.