El Ministerio y distintas expertos alertan de una desaceleración en el mercado laboral
El sorprendente ritmo de creación de empleo registrado en los últimos meses, con 519.000 trabajadores más en lo que va de año, parece haber perdido fuelle en el mes de junio, en línea con la desaceleración prevista para la economía española.
Así lo reconocen distintos servicios de estudios y también el propio Ministerio de Seguridad Social, cuyo modelo de datos desestacionalizado apunta ya en la primera quincena a una destrucción de empleo que no se producía en el país desde agosto del año pasado.
Hay que tener en cuenta que con 20,8 millones de afiliados a la Seguridad Social a cierre de mayo, récord histórico, el mercado laboral parte de un nivel sin precedentes, con lo que lograr mantener la misma tasa de crecimiento del empleo cada mes es complicado. Sin embargo, el hecho de que la economía española, a diferencia de otras europeas, no haya entrado en recesión, invita al optimismo.
Según los datos publicados por el Ministerio que dirige José Luis Escrivá la semana pasada, la afiliación media a la Seguridad Social habría aumentado en la primera mitad de junio en unos 57.000 trabajadores, con lo que el número de afiliados medios habría pasado de 20,81 millones en mayo a 20,87 en los primeros quince días del mes.
Si bien este dato es positivo, ya que muestra que se siguen creando puestos de trabajo en el país, el modelo desestacionalizado que utiliza el Ministerio para comprobar qué meses son realmente buenos para el empleo (porque se crean puestos más allá de los que marca la estacionalidad de la economía), parece indicar lo contrario.
Según este modelo, en los primeros quince días de junio se habrían destruido en España 3.754 empleos (si no tuviéramos en cuenta los que se crean siempre este mes por la propia temporada, el resultado habría sido negativo) y se trata de la primera contracción en el mercado laboral que se produce desde agosto de 2022. En mayo, por ejemplo, el número de afiliados creció en 116.779 en la primera quincena y en 47.883 en la segunda, es decir, en unos 160.000 empleos en promedio de las dos quincenas.
Avisos de desaceleración económica
La caída de la afiliación en términos desestacionalizados supone una señal de alerta. Prueba de ello es que al comunicar los datos, el Ministerio prefirió resaltar el crecimiento del empleo acumulado en lo que va de año, para que esta ‘interrupción’ pasara desapercibida.
Pero no sólo el modelo del Ministerio da esta señal de alarma, sino que otros servicios de estudios detectan indicios en la misma dirección. Rafael Doménech, responsable de Análisis Económico de BBVA Research, alertó ayer de que “las previsiones de BBVA Research con los datos de la primera quincena de junio confirman la desaceleración de la afiliación a la Seguridad Social, con una creación de empleo similar a la del otoño pasado”.
En septiembre del año pasado la afiliación aumentó en 29.200 personas; en octubre, en 103.000; en noviembre cayó en 156 personas; y en diciembre repuntó en 12.640. De media en esos cuatro meses la afiliación creció en 36.000 personas al mes. Dado que en los últimos cuatro meses del año el empleo ha crecido en promedio en unas 180.000 personas cada mes, si en junio se crean en torno a 30.000 sería un frenazo.
Funcas también ha detectado un fenómeno similar, según reconoce a este medio Raymond Torres, su director de Coyuntura Económica, algo que estaría justificado también por la desaceleración económica que prevén para lo que queda de año. “Tras el repunte de los dos primeros trimestres, se espera una desaceleración en el resto del año a medida que la restricción del crédito -un proceso que ya empieza a percibirse- enfría la demanda”, señalan.
El Banco de España, en su último informe de proyecciones macroeconómicas, advierte en el mismo sentido: “La información referida al tramo final del segundo trimestre resulta compatible con una cierta moderación en la fortaleza de la actividad. Así, por ejemplo, aunque los indicadores de confianza y de afiliación a la Seguridad Social disponibles apuntan a que en el segundo trimestre la actividad ha mostrado mayor dinamismo que en el primero, los datos de mayo son algo menos positivos que los de abril. También se han detectado señales similares de pérdida reciente de vigor a escala global, especialmente en lo que respecta a la economía china y a la del área del euro”.