La economía manufacturera de España volvió a crecer en diciembre aunque con solo un aumento marginal de la producción y bajo el desafío de una demanda interna débil, según el informe mensual del PMI publicado hoy por IHS/Markit.
El índice PMI del sector manufacturero español de IHS Markit aumentó del nivel 49.8 registrado en noviembre hasta alcanzar 51.0 en diciembre, con lo que se traspasa la barrera de los 50 puntos que divide la contracción del crecimiento y aumenta las esperanzas de que la actividad del mercado mejore una vez que la pandemia se haya controlado por completo y el optimismo sobre el futuro hasta su mejor nivel desde julio de 2018, señala el informe. No obstante, aunque el aumento de la demanda externa ayuda a impulsar la producción, la demanda interna sigue flaqueando.
Las carteras de nuevos pedidos disminuyeron levemente en general por segundo mes consecutivo y la demanda de los servicios de turismo y hostelería fue especialmente débil, según las empresas encuestadas entre el 4 y el 16 de diciembre.
Paul Smith, director económico de IHS Markit, subraya que “en diciembre se observó un comportamiento mixto en el sector manufacturero español, ya que un repunte positivo de la demanda externa fue nuevamente contrarrestado por una persistente debilidad de la demanda interna (…). A los desafíos a los que se enfrenta la economía manufacturera se suman las crecientes presiones de los costes (…). Ante la consecuente reducción de los márgenes de beneficios, algunas empresas no tuvieron otra opción que aumentar sus tarifas”.
Crece el optimismo
A pesar de la actual incertidumbre a corto plazo, las empresas se están mostrando cada vez más optimistas acerca de los resultados de sus negocios en el plazo de doce meses, continúa Smith. “La confianza de las empresas se centra en las esperanzas de que la pandemia se habrá superado totalmente para finales del próximo año, y que en consecuencia la actividad del mercado y la demanda se encontrarán bien encaminadas hacia la recuperación”.
IHS Markit hace hincapié en que la escasez de oferta tuvo un impacto inflacionista en los precios de las materias primas, sobre todo el aluminio y el aluminio y el acero. “El aumento de los precios de los insumos fue tal que las empresas optaron por aumentar sus tarifas a una tasa sólida a pesar de los informes sobre la fuerte competencia y las difíciles condiciones del mercado”.
Ante una caída de la demanda, un panorama incierto a corto plazo y un exceso de capacidad en las plantas industriales, en diciembre se registró la segunda caída mensual consecutiva del empleo. No obstante, las empresas expresaron un mayor grado de confianza con respecto a los próximos doce meses. El grado de optimismo fue el mejor desde julio de 2018 en medio de la esperanza de que la pandemia haya pasado para estas fechas el año que viene.