- La precariedad de los ocupados a tiempo parcial es la más alta de la zona euro
- Eurostat cifra los subempleados en 1,18 millones mientras el INE los eleva a 1,7 millones
- La inteligencia artificial cortocircuita el empleo juvenil

España registró en el segundo trimestre del año un récord histórico de 3,1 millones de trabajadores a tiempo parcial, un hito que incluye un reverso negativo: según los datos de la agencia europea Eurostat, un 36,8% de estos trabajadores, 1,18 millones de personas, entrarían en la categoría de ‘subempleados’. Es el mínimo de la serie histórica, aunque sigue siendo el más elevado de la zona euro, que registra una tasa media del 14% y el segundo de la UE, tras Rumanía. Alcanzar ese nivel, hoy por hoy, parece misión imposible para la economía española, que tendría que reducir en 693.000 personas, un 61%, su nivel de subempleo para llegar a la media de los Veintisiete.
Que el empleo a tiempo parcial crezca no es necesariamente una mala noticia si no viene acompañada de un incremento de la precariedad laboral que se asocia a este tipo de puestos. A fin de cuentas, España, tiene un porcentaje de empleos a media jornada del 13,7% según Bruselas, menor que el dato de la zona euro (20,5%), la UE 27 (18,6%) y lejos de economías como Países Bajos (43,5%), Alemania (29,5%), Francia (16,9%) o Italia (15,8%). Sin embargo, cualquiera de estos países tiene una tasa de subempleo para estos trabajadores muy inferior a la nuestra.
La cifra de ocupados que quieren trabajar más horas y están disponibles para hacerlo es un indicador claro de desequilibrio en un mercado laboral, si bien hay varias formas de trasladar este concepto a las estadísticas. El instituto Nacional de Estadística (INE) lo extiende a todos aquellos ocupados cuyas horas efectivas de trabajo en la semana de referencia son inferiores a las que trabajan habitualmente los ocupados a tiempo completo en esa misma rama de actividad. Esto arroja una cifra de 1,7 millones, según la Encuesta de Población Activa.
Pero Eurostat considera que esa definición de subempleo es demasiado amplia, ya que puede incluir a personas que trabajan a jornada completa, pero con salarios insuficientes, un problema diferente al de la “infrautilización de la mano de obra”. Por ello ciñen el dato a los ocupados a tiempo parcial, lo que arroja una cifra mucho más baja: 1,18 millones de personas.
Dos formas de contar el número de trabajadores subempleados en España
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Esta doble visión arroja dos métricas diferentes: según los datos del INE, la tasa de ocupados subempleados sobre el total en España puede situarse en el 7,8%, mientras Eurostat la rebaja al 5,1%. En cualquier caso, ambas cifras han registrado un notable retroceso en la última década del 31%, lo que indica una tendencia positiva: el subempleo baja aunque en este mismo periodo el número de ocupados a tiempo parcial se ha incrementado un 9%.
Demasiado lejos de la UE
Pero esta evolución no reduce distancias con el resto de la UE. La tasa de subempleo española, medida según la metodología de la Oficina Europea de Estadísticas, casi dobla la media de la UE (2,7%) y la zona euro (3,1%), aunque queda por debajo de la de Finlandia (5,72%), Países Bajos (5,6%) e Irlanda (5,3%). Sin embargo, hay que recalcar que este dato se restringe a trabajadores a tiempo parcial y que en todos estos países este tipo de empleo tiene un peso mayor que en España.
Así las cosas, si se analiza solo como un porcentaje de trabajadores con jornada inferior a la completa, el resultado es un desproporcionado peso de los subempleados del 36,8% en nuestro país, solo superado en la Unión por Rumanía (39,7%), que no forma parte de la zona euro.
Pero en esta comparativa, llama la atención que aquellos países cuya tasa de subempleo (medida sobre sobre el total de los ocupados) superaba a la española, quedan ahora por debajo de nuestro país. Así, Finlandia, anota un 29,5% de subempleados a tiempo parcial, Países Bajos marca un 12,6% e Irlanda un 25%, mientras la media de la UE llega al 14,3%.
El caso de la economía holandesa es particularmente llamativo, porque el país con más peso del empleo a tiempo parcial: cuatro de cada diez trabajadores están en esta situación, pero de estos apenas uno de cada diez se consideran subempleados. En España, sin embargo, tenemos una cuarta parte del empleo a tiempo parcial que registra Países Bajos, pero nuestro porcentaje de precarios casi multiplica por cuatro el suyo.
España tiene el empleo parcial más precario de la zona euro
Tasa de parcialidad y porcentaje de estos ocupados que son subempleados
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¿Cómo es posible que un país con una tasa de empleo a tiempo parcial reducida tenga una tasa de subempleo tan alta? La española es la cuarta de la UE si contamos al total de ocupados y la segunda si solo tomamos como referencia los trabajadores a tiempo parcial.
La explicación es simple: para la mayoría, no trabajar a jornada completa no responde a una elección. Según el INE, de los 3,1 millones de trabajadores a tiempo parcial, 1,37 millones, el 44%, no han encontrado un trabajo por más horas. Un porcentaje que supera con creces al 14% que lo hacen por cuidado de hijos o el 14% que lo usa por compatibilizarlo con estudios o formación.
Aunque el porcentaje ha caído casi 20 puntos desde el 63,5% que llegó a alcanzar en 2014, los datos muestran que esa falta de oportunidades sigue siendo un problema que explica el grueso del subempleo y su elevada comparativa con el resto de Europa, donde el tiempo parcial es una alternativa voluntaria para los jóvenes que compaginan estudios y formación o personas que necesitan conciliar.
Pesa a la notable mejoría desde el 31% de la crisis financiera, a España aún le queda mucho para que su tasa de subempleo llegue siquiera a la media europea, que, como hemos visto, registra un 2,7% sobre el total de la ocupación y un 14,3% sobre los trabajadores con jornada parcial.
En concreto, suponiendo que el volumen de empleo a jornada completa y parcial se mantenga en los niveles actuales aun tendría que recortar en 693.000 subempleados, un 61,2% de los 1,14 millones de subempleados, para registrar tasas similares, el doble de lo que lo ha hecho en la última década.
Ello teniendo en cuenta que esta cifra es más reducida que la que publica el INE, 1,7 millones, lo que nos recuerda que el ‘agujero’ de ocupados que no trabajan con la intensidad que quiere y puede ofrecer es aún más grave de lo que refleja el radar europeo.