Solo el 18,5% de las empresas cuenta con una productividad alta o muy alta, correspondiendo a la banca y los seguros la mayor eficiencia con 64,85 puntos
El nivel de productividad y eficiencia medio de la empresa en España bajó este año 4,38 puntos respecto a los datos de 2022, cuando registró una puntuación de 58,78, situándose ahora en los 54,40 en una escala de 0 a 100, según se desprende del último informe de Adecco Outsourcing, compañía especializada en externalización de procesos auxiliares.
Para el director comercial de la compañía, Daniele Tramontín, explicó que las variables que más han influenciado en la bajada son las que tienen que ver “con la capacidad de hacer una correcta gestión de los recursos humanos”. En este sentido, indicó que “algo de culpa puede que tenga la reforma laboral de finales de 2021, cuyos efectos reales están aflorando de manera más significativa en el arranque de este año”.
Este indicador, que se sitúa prácticamente en la mitad de la escala, muestra como tan solo el 18,5% de las empresas cuenta con una productividad alta o muy alta y el 19,13% tiene un nivel de productividad y eficiencia nula. El 12,51% la tiene muy baja y un 12,11% baja, mientras que otro 12,06% la tiene discreta, un 12,31% moderada y un 13,83% notable.
Solo el 18% de las compañías españolas tiene una productividad sobresaliente, porcentaje que ha bajado seis puntos porcentuales respecto al 2022. El informe resalta que “la gran mayoría tiene un amplio margen de mejora para hacer más eficientes sus procesos de cara a maximizar sus oportunidades y recursos”.
El director de The Adecco Group Institute, Javier Blasco, destacó que España “sigue a la cola de los países de la Unión Europea en recuperación económica y pérdida de productividad”. En este punto, señaló que “es un problema grave por la mayoritaria estructura de pymes y el poco peso de la industria, nivel de digitalización y de cualificación profesional orientada al empleo”.
“El crecimiento de nuestra productividad, y por ello de la competitividad de nuestra economía, depende de que se frene la elevada presión fiscal, tanto en impuestos como en cotizaciones a la Seguridad Social, si es que queremos atraer inversiones que mejoren nuestro tejido productivo y nuestros retos tecnológicos”, defendió Blasco.
El estudio recalca que la dimensión de la empresa es otro factor que “puede influir en la productividad”. Las compañías de menos de 10 empleados son las que se encuentran por debajo de la media, con 43,62 puntos en una escala de 0 a 100, y las más productivas son las de 250 a 1.000 empleados, con 60,47 puntos. Las de más de 1.000 trabajadores ven reducido este indicador, con 57,86 puntos.
Los sectores con mayor eficiencia y con más sensibilidad hacia la productividad son banca y seguros (64,85 puntos sobre 100), alimentación (62,65) y telecomunicaciones e informática (61,85). Otros sectores con una buena puntuación, muy por encima de la media, son automoción (61,79 puntos), químico (61,78), aeropuertos (61,41) e industrial (61,06).
Por debajo de la media nacional, se sitúan ramas como la salud (54,28 puntos), distribución (54,06), sector farmacéutico (53,19), y construcción (52,76). Cierran el ranking de los 30 sectores analizados, la hostelería (con una puntuación de 50,63), el agrícola (50,10), puertos (48) y la administración pública (46,44 puntos).
El 62,92% de las compañías aplica planes de formación ‘ad-hoc’ con el objetivo de “mejorar la productividad y eficiencia del recurso humano”, casi 4,5 puntos menos que en 2022. Dentro de esas empresas, el 60,87% ha medido el porcentaje de mejora de esos planes entre sus trabajadores, siendo el 44,30% de ellas quienes declaran que ha mejorado entre un 6% y un 10%. Por otro lado, el 28,94% ha mejorado la productividad y eficiencia entre el 1% y el 5%.