Atasco en la negociación de la subida de sueldos por las cláusulas de garantía salarial

  • Empresarios y sindicatos no se reúnen hace semanas
  • La parálisis del Acuerdo de Empleo imposibilita el Pacto de Rentas
  • CCOO y UGT difieren en la pretensión de la subida para el presente 2022

Las negociaciones para cerrar el V Acuerdo de Empleo y Negociación Colectiva (AENC) están atascadas según confirman tanto fuentes empresariales como sindicales a eE. La exigencia de los sindicatos y la negativa de los empresarios para establecer cláusulas de garantía salarial que aseguren a los trabajadores mantener el poder salarial es el principal escollo para la negociación, aunque no el único.

Fuentes de los negociadores confirman que no hay prevista una nueva reunión entre los representantes de trabajadores y empresarios, aunque no descartan que se produzcan novedades.

Espacio a los agentes sociales

Las negociaciones del AENC están bloqueando la apertura de una mesa para abordar el Pacto de Rentas al que se comprometió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en sede Parlamentaria.

Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos, responsable de pilotar las negociaciones del Pacto de Rentas, confirman a este diario que la intención es dejar negociar a empresarios y sindicatos: “vemos necesario dar espacio para que avancen en un acuerdo”, señalan.

No obstante, la intención de la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, es convocar a los agentes sociales en los próximos días para analizar la evolución del plan de Choque para afrontar el impacto económico de la guerra aprobado por el Gobierno el 29 de marzo.

Con una inflación interanual del 9,8% en abril y una previsión del Banco de España de que 2022 cierre con una media del 7,5%, los sindicatos han trazado como línea roja de negociación el mantenimiento del poder adquisitivo.

Repartir la recuperación

Pero, conscientes de que no pueden pedir una subida del 7,5% y el efecto que supondría de doble vuelta sobre el IPC, están dispuestos a ceder parte del incremento correspondiente al presente año y diferir la recuperación a los dos años siguientes, 2023 y 2024. Aunque fuentes sindicales matizan que la recuperación del poder adquisitivo perdido en 2022 no puede concentrarse en el último año del AENC, pensados para el trienio 2022-2024.

Desde los empresarios piden responsabilidad a los sindicatos al entender que muchas empresas no podrán asumir el fuerte impacto que tendrá la inflación de éste y los dos años siguientes sobre sus cuentas de resultados, si se tiene en cuenta que la inflación de los tres próximos años sumará un 10% o más.

Sin embargo, la negociación bipartita AENC (entre los agentes sociales) y un posible Pacto de Renta (tripartita, con la participación del Gobierno) se han enredado mutuamente. Empresarios y sindicatos confiaban en que el plan de Choque aprobado por el Gobierno fuese lo suficientemente contundente como para reducir los índices de inflación para lo que queda de año. Una rebaja sustancial del IPC facilitaría mucho la negociación salarial del AENC, pues no es lo mismo recuperar una inflación del 7,5% que una del 3,5%.

Pendientes de Bruselas

Y, de momento, no parece que vaya a cumplir esa función. Hay que esperar a conocer la respuesta de la Comisión Europea a la propuesta de “isla energética” para la Península Ibérica que rebajaría el precio de la electricidad. Desde los sindicatos señalan que si finalmente Bruselas acepta topar el precio del gas a 30 euros el megavatio/hora, el impacto sobre la electricidad podría ser de suficiente calado, hasta un máximo de 100-120 euros megavatio/hora. Lo que supondría rebajar el actual coste a la mitad o más.

También hay diferencias entre las posiciones de partida de los sindicatos. Desde CCOO estarían dispuestos a aceptar una menor subida para este año y repartir el impacto de la inflación entre los tres próximos años, mientras que en UGT son partidarios de recuperar una mayor parte este año, lo que exigiría subidas mayores en 2022 y menores en 2023 y 2024.

Además, los negociadores recuerdan que el AENC no se limita a acuerdos en salarios, sino en otros puntos también complicados.

Vía: https://www.eleconomista.es