El fin de los ERTE Covid el 28 de febrero no tiene previsto un proceso de transición para los más de 100.000 trabajadores con el empleo suspendido. El Gobierno soluciones antes de que expire el plazo
Algo más de 100.000 trabajadores sujetos a expedientes temporales de regulación de empleo (ERTE) deberán estar pendientes en los próximos diez días de cómo se resuelve su situación administrativa, que ahora mismo les aboca a perder el día 28 de febrero el amparo que les brinda el esquema pactado por el Gobierno con los agentes sociales en septiembre del año pasado.
Buena parte de este grupo de trabajadores pertenece a sectores relacionados con el turismo como pueden ser las agencias de viajes que el pasado viernes, a dos semanas del vencimiento del esquema de protección, registraron numerosas solicitudes de ERTE. Aunque los expedientes de regulación temporal de empleo llegaron a proteger -con un fallo masivo en el pago de prestaciones por parte del SEPE- a 3,4 millones de trabajadores, un final demasiado abrupto dejaría nada menos que a 100.000 personas en una situación laboral más que comprometida.
Así se lo advirtió ayer CCOO al Gobierno. Desde que se desplegó el sistema actual en marzo de 2020 se señaló que las bolsas de trabajadores que quedaran en ERTE con la vuelta a la normalidad tendrían serias posibilidades de acabar en el paro. El Ejecutivo convocó a los agentes sociales a una reunión para tratar de encontrar una salida al problema. Su propuesta consiste en seguir el guion aprobado en el Real Decreto-ley del pasado 28 de septiembre, por el que los ERTE Covid pasan a la historia el próximo 28 de febrero y el marco legal que se hace cargo de la situación de estas 100.0000 personas es el de la reforma laboral del pasado 30 de diciembre.
En concreto, la herramienta vigente a partir del 1 de marzo es el mecanismo RED, que permite a las empresas solicitar medidas de reducción de jornada y suspensión de contratos de trabajo durante un año con exoneraciones de cuotas a la Seguridad Social y prestaciones para los trabajadores afectados. Pero se dan dos problemas: el primero es que no existe un procedimiento de transición entre ambos, por lo que podría darse la situación de que trabajadores y empresas sin actividad quedaran desamparados. El segundo es que, tal y como señalan las patronales, las exoneraciones previstas en la prórroga de los ERTE que ahora se agota son más generosas que las de el sistema que comienza. En el esquema RED las rebajas en las cotizaciones llegan al 40%, y vinculadas a la puesta a disposición de los trabajadores de acciones formativas y al mantenimiento del empleo de las plantillas afectadas.
Además, la aprobación de los nuevos ERTE para determinados sectores exige una propuesta conjunta del Ministerio de Asuntos Económicos, del Ministerio de Trabajo y del Ministerio de Seguridad Social que debe ser revisada por la comisión delegada de Asuntos Económicos y el Consejo de Ministros. Más en El Mundo ¿Quién crees que es el culpable de la crisis del PP? Daniela Ospina, ex mujer de James Rodríguez, tiene nuevo amor
El primer paso en este sentido estaría dado si se tiene en cuenta que el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, adelantó ayer que propondrá la aplicación de los nuevos ERTE para las agencias de viajes, donde prácticamente uno de cada tres trabajadores tiene el contrato suspendido. Ayer mismo Halcón Viajes, que forma parte de Avoris tras la fusión de los negocios de viajes de Barceló y Globalia, planteó prolongar hasta el próximo 30 de junio el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para cerca de 1.100 trabajadores. La sugerencia de Escrivá ha venido reforzada en los últimos días por la petición de Reyes Maroto, ministra de Industria, para que se proteja a empresas hoteleras que aún no han recuperado toda su actividad por la falta de clientes extranjeros. PUBLICIDAD
La modalidad sectorial del mecanismo se aplica cuando en un sector sean necesarios procesos de recualificación y transición profesional. La idea es que estos trabajadores pueden encontrarse suspendidos de empleo en una empresa que difícilmente recobrará su actividad, de manera que un proceso formativo puede darles la oportunidad de encontrar empleo en otro negocio, que a su vez tendría como incentivo un descuento del 50% en las cotizaciones de los nuevos empleados durante seis meses.