El IPC se dispara al 5,4%, su mayor tasa en 29 años por la energía y las gasolinas

La inflación subió una décima menos de lo previsto por el INE, pero marca su mayor tasa desde 1992 por el tirón del precio de la energía y las gasolinas

l incremento incesante de los precios no encuentra freno, espoleado por el encarecimiento a nivel internacional del precio de la energía que repercute en otras categorías de productos y ha llevado la inflación a dispararse hasta el 5,4% en octubre, su cota más alta en 29 años.

El dato es una décima inferior al 5,5% del dato adelantado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el pasado 28 de octubre, si bien supone la tasa interanual más alta desde septiembre del año 1992, de la que tiraron la electricidad y las gasolinas.

Con todo, la cifra pulveriza las previsiones y refleja que la economía española empieza a interiorizar el aumento de los precios energéticos al trasladarse a la cesta de la compra, por lo que la crisis energética de carácter temporal se está transfiriendo de forma estructural a la economía.

Ello explica que la tasa de inflación subyacente, aquella que excluye los componentes más volátiles (productos energéticos y alimentos no elaborados) suba apenas cuatro décimas, hasta el 1,4%., la tasa más alta desde julio de 2017.

Una inflación que cerca a la recuperación

La tendencia alcista de la inflación es uno de los principales factores que ha llevado a los organismos internacionales y nacionales a tener en cuenta a la hora de rebajar las previsiones de recuperación económica en España.

Este punto, junto a la crisis de suministros y de forma notable la revisión a la baja del crecimiento del segundo trimestre por el INE ha provocado una ola de rebaja de previsiones, tanto del FMI, como el Banco de España, Funcas, BBVA Research, la Cámara de Comercio de España y ayer mismo Axesor y Bruselas.

La Comisión Europea anunció sus previsiones de otoño que reducen en 1,6 puntos porcentuales su pronóstico de crecimiento de España para este año, hasta el 4,6%, y en ocho décimas la de 2022, hasta el 5,5%. Para 2023 reduce el repunte del PIB hasta el 4,4%.

A pesar de ello, el Gobierno defiende sus previsiones de un avance del PIB del 6,5% este año y del 7% en 2022, estimación base para los Presupuestos de 2022, y la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, insiste en que las cifras son “prudentes” y pese al contexto menos favorable se cumplirán los pronósticos de reducción de déficit y de deuda en ambos ejercicios.

Eso sí, Calviño ya advirtió de que la escalada de precios de la luz junto a la crisis de suministros internacional podría suponer un freno a la recuperación.

Vía: https://www.economiadigital.es/