Galicia lidera la caída anual del paro en el mejor mes de mayo de la historia

El fin del estado de alarma ha devuelto la afiliación a niveles prepandemia

l fin del estado de alarma ha devuelto el aliento al mercado laboral tras el frenazo provocado por la tercera ola. Como ya habían avanzado tanto el presidente del Gobierno como varios de sus ministros, la afiliación a la Seguridad Social recuperó el mes pasado el nivel previo a la pandemia, tras sumar más de 211.000 cotizantes de media en el mejor mayo de la historia para el empleo (desde que hay registros, en 1996), ya que el número de parados inscritos en las oficinas de empleo retrocedió en este quinto mes respecto a abril en casi 130.000 personas (-3,3 %).

A estos datos, que el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, calificó de «magníficos» para un mes tradicionalmente bueno para el empleo, hay que sumar que aunque casi 100.000 trabajadores que estaban en ERTE se han reincorporado a su actividad, aún hay cerca de 550.000 que continúan bajo este mecanismo de protección, que no los contabiliza como parados y sí como cotizantes.

Además, para tener una imagen más precisa de la salud del mercado laboral español no se puede olvidar que, pese a la buena evolución de mayo, aún hay medio millón de parados más que hace un año, lo que eleva la cifra de desempleados a 3.781.250 y la de afiliados hasta los 19.065.058, tras ganar 45.453 cotizantes (en términos desestacionalizados), lo que ha puesto fin a tres meses consecutivos de contracción.

Poniendo el foco en Galicia, la comunidad mantiene la recuperación laboral que ya mostró en abril y, aunque el paro bajó en mayo de forma más moderada que el mes anterior (-5,472 personas, un 3,2 %, es decir, una décima menos que el promedio del país), vuelve a colocarse a la cabeza de España por el retroceso del desempleo respecto a un año antes, recuperando el pulso prepandemia. En doce meses, el número de parados registrados en Galicia menguó en 25.776 personas, un 13,49 % que supone una diferencia de 11 puntos y medio con la media nacional, y que sitúa en 165.306 la cifra total de trabajadores en busca de empleo.

Paralelamente, las afiliaciones escalaron un 3,5 % interanual (la mayor subida desde el 2007) y un 0,85 % respecto a abril, concretamente 8.534 cotizantes más, lo que vuelve a situar por encima del millón -por segundo mes consecutivo- el volumen de afiliados a la Seguridad Social en la comunidad, y en cotas previas a la crisis sanitaria.

Mejora en todos los sectores

Tanto en España como en la comunidad se replicó el mismo esquema de mejora, ya que el desempleo cayó en todos los sectores, aunque con mayor intensidad en los servicios, al relajarse las restricciones impuestas por el estado de alarma en comercio, hostelería o turismo, especialmente.

De hecho, el paro bajó tanto en su evolución mensual como interanual en la comunidad, en las cuatro provincias y en las siete grandes ciudades, además de hacerlo entre los colectivos más afectados por el desempleo, como son los menores de 30 años, los mayores de 45 y las mujeres.

Estas últimas, sin embargo, siguen teniendo más dificultades para encontrar trabajo que los varones (en el conjunto del país hay 10.000 mujeres más paradas que hace un año), algo que el secretario de Estado achacó a la «segregación ocupacional», que hace que ellas tengan menos presencia en sectores en los que más empleo se crea, como la industria o la construcción.

Los ERTE evitaron que el desempleo se disparara al 40 % en el momento más crudo de la crisis

Desde el Gobierno volvieron a poner este miércoles en valor la figura de los ERTE como mecanismo de protección del empleo en esta crisis. De los 3,6 millones de trabajadores que llegaron a estar en ERTE en la primavera del 2020, en mayo la cifra siguió rebajándose hasta cerrar en 542.142 trabajadores, de los que 373.480 tenían una suspensión total del empleo y los 168.662 restantes parcial, como muestra el gráfico adjunto.

En el caso de Galicia, desde los casi 24.000 trabajadores que estaban en ERTE a mediados de mes, mayo cerró en 22.863 personas (8.964 centros de trabajo). Como en el conjunto del país, las suspensiones totales de empleo más que doblaron a las de reducción de jornada (14.745 frente a 8.118) e igualmente afecta más a mujeres que a hombres (13.300 frente a 9.581).

«Dopaje» insostenible

Coincidiendo con la actualización de mayo, la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) publicó ayer un estudio en el que reconocía el valor de los ERTE como instrumento de flexibilidad laboral para evitar despidos. En concreto, sostiene que su puesta en marcha evitó que el paro escalara al 40 % en el peor momento de la crisis (desde el 14 % con el que cerró 2019). Sin embargo, también advierte de que son un mecanismo «insostenible» que debe ser revisado o incluso retirado.

En concreto, alerta de que los ERTE suponen un «dopaje económico del mercado de trabajo» que no es sostenible, tanto por sus costes fiscales como desde el punto de vista de eficiencia económica, ya que están retrasando «ajustes sectoriales y ocupacionales» ya necesarios antes de la pandemia y eso puede tener consecuencias importantes para el ajuste futuro de la economía española.