El Ministerio de Industria y Comercio dará hasta 150.000 euros a las pequeñas y medianas empresas (pymes) que implanten la jornada laboral de cuatro días sin reducir los sueldos. Así se desprende del plan de proyecto piloto para introducir esta jornada, que previsiblemente se publicará en los próximos días. Para acceder a las ayudas , las empresas tendrán que aplicar una reducción mínima del 10% de la jornada laboral y mantener este plan durante, al menos, dos años. El plan, fruto de un acuerdo entre el Ejecutivo y Más País para garantizarse el apoyo de este partido a los presupuestos de 2022, beneficiará a unas 60 o 70 pymes
El Gobierno envió a consulta pública el proyecto de orden que regulará el impulso de la jornada laboral reducida en pymes industriales a mediados de junio y se espera que publique la orden esta semana. El proyecto piloto cuenta con un presupuesto de 10 millones de euros, según el acuerdo alcanzado con el partido de Íñigo Errejón, pero se reduce la cantidad de empresas que podrán optar a la ayuda, ya que Más País estimaba que podrían sumarse 160 pymes.
Este proyecto piloto pretende mejorar la productividad, la conciliación laboral, la igualdad de oportunidades y la salud física y mental de los trabajadores. Además, las empresas deberán incorporar medidas organizativas, de procesos productivos y de formación para generar una mejora de la productividad que compense en los mayores costes salariales. También se fijarán indicadores para medir la evolución de la productividad.
Para respaldar este esfuerzo inicial, el Gobierno prevé ayudas directas temporales por los costes asumidos por la empresa como consecuencia de la reducción de la jornada y de implementación de nuevas fórmulas organizativas y la formación, como constaba en el proyecto sometido a consulta pública.
En ese documento, también se planteaba la posibilidad de financiar de forma parcial los costes salariales de los trabajadores que se sumen a la reducción de la jornada laboral, los costes de formación relativa a la optimización del tiempo de trabajo, los costes de colaboraciones externas o los costes de personal interno necesarios para el diseño o rediseño de procesos.
Los primeros proyectos en el mundo para adoptar esta nueva jornada han arrojado buenos resultados tanto para empleados como empresarios, según defienden sus promotores. El mayor experimento hasta ahora, en Reino Unido, muestra que el 86% de las cerca de 70 empresas que participaron estaban satisfechas con la prueba y pretendían mantenerla en un futuro.