El saldo vivo de este tipo de préstamos, cada vez más frecuentes para financiar estudios o vacaciones, repuntó un 10 % en septiembre y superó los niveles previos a la caída de Lehman Brothers

El bum del crédito al consumo se consolida entre los hogares españoles, que ya acumulan la deuda más alta de toda la serie histórica en este tipo de préstamos tras una escalada casi sin precedentes en el mes de septiembre. En concreto, la financiación al consumo se espoleó un 10,05 % en el noveno mes del año, su mayor repunte desde febrero del 2020 en pleno estallido de la pandemia, cuando la escalada alcanzó el 12 %.
Tras esta subida, el saldo vivo de estos créditos ha superado por primera vez en toda la serie histórica la barrera de los 110.000 millones de euros. En concreto, 110.545 millones. Por volumen, y sin contar los meses de julio y agosto, hay que remontarse a los meses previos al estallido de la anterior crisis financiera para encontrar cifras similares. En concreto, en julio del 2008 se alcanzaron los 109.045 millones de euros en financiación al consumo en España.
Las cifras publicadas por el Banco de España indican que, desde que en abril del 2024 se superase la barrera de los 100.000 millones por primera vez, el crédito al consumo ha ido creciendo de forma constante mes a mes. Pero la escalada de doble dígito de septiembre llama especialmente la atención, en un período en el que los hogares deben afrontar la vuelta al cole -para muchos, la verdadera cuesta del año para cuadrar el presupuesto familiar- tras los intensos meses de verano.
Tipos a la baja
La estadística confirma que los bancos han abierto con fuerza el grifo de este tipo de financiación, que los españoles suelen solicitar, sobre todo, para la compra de bienes duraderos como un coche o un electrodoméstico en concreto; pero también cada vez más para pagar las vacaciones de verano o las matrículas de estudio, aprovechando la rebaja de precios aplicada por las entidades financieras en un entorno de menores tipos de interés.
En septiembre, según datos del Banco de España, el tipo de interés TEDR (que no incluye comisiones) de los nuevos préstamos al consumo se situó en el 6,86 % de media, el más bajo del año y también desde julio del 2022.
En todo caso, este tipo de préstamos son más caros que otros segmentos. Pero con la economía española mostrando una fuerte resiliencia a las tensiones geopolíticas y comerciales, la tasa de morosidad sigue controlada en consumo, y eso es clave para que los bancos sigan apretando en la comercialización de estos préstamos, donde suele haber mayor riesgo pues las familias siempre darán prioridad la pago de, por ejemplo, la hipoteca.
«La inestabilidad geopolítica y la incertidumbre económica no parecen haber hecho mella en la demanda de crédito. Esta cerró el año 2024 en un 97 %, por lo que los niveles actuales señalan una actividad que se ha mantenido al alza pese a los vaivenes de los mercados y las perspectivas macroeconómicas», señalan los expertos de Asnef en un reciente informe.
En este entorno, algunos expertos comienzan a advertir del riesgo de recurrir al crédito para fines que realmente no se necesitan, y que pueden elevar el riesgo de caer en el sobreendeudamiento. «El crédito debe utilizarse para inversiones o necesidades puntuales, no para mantener el nivel de vida; financiar gastos corrientes genera una espiral que reduce la capacidad de ahorro y aumenta el riesgo de sobreendeudamiento», señalan los expertos de la firma Bravo España, especializada en gestión de deudas.
Según un reciente estudio de Asnef sobre el comportamiento de los españoles con el crédito al consumo, los productos más financiados por los consumidores son aquellos relacionados con el menaje del hogar y los electrodomésticos (41 %), seguidos de los electrónicos (34 %). «Otra situación a destacar es el auge del crédito para financiar la educación y la formación, que se sitúa en un 10 %», insisten.
Asimismo, resaltan cómo los precios energéticos siguen siendo una de las principales preocupaciones de los españoles, lo que explica el aumento en la financiación de paneles solares (4 %) y de equipamiento de ahorro energético (6 %). «En esta línea, mención aparte merece la industria de la automoción, dónde la financiación juega un papel imprescindible a la hora de adquirir un vehículo. De hecho, se calcula que el 80 % de las operaciones de compraventa de vehículos se realizan a través de servicios de financiación», añaden los expertos.