UPTA propone un proyecto con nueve ejes de actuación para evitar la desaparición del emprendimiento. La excesiva concentración del empleo en el comercio y la hostelería pone en peligro 1,2 millones de puestos de trabajo
Una inversión de 14.000 millones de euros para desarrollar un plan de reconversión del trabajo por cuenta propia, con el objetivo de abandonar el actual y obsoleto sistema de producción y una estructura productiva de microempresas y autónomos para dar un salto que palíe el “déficit de calidad” en el sector. Esta es la propuesta que la asociación UPTA ha hecho llegar al Gobierno, basada en nueve ejes de actuación y transformación: formación y gestión del talento; digitalización; dimensión de la actividad económica; sectorialización y especialización; planificación empresarial; innovación y resiliencia; modificación del sistema de cotización a la Seguridad Social; transformación fiscal, y sostenibilidad.
UPTA quiere poner fin a la falta de inversión público-privada y a la “escasa planificación política” en relación a los autónomos, que sólo se ha limitado a aprobar incentivos al inicio de actividad -como la tarifa plana- “sin ningún tipo de criterio o patrón de crecimiento”, defienden en un comunicado. Esta organización cree que los esfuerzos de los diferentes gobiernos se han dedicado a crear “infinidad” de elementos que han convertido el empleo por cuenta propia, “más que en una salida cualitativa a la falta de empleo, en una salida obligada para seguir dentro del mercado de trabajo, mermando la calidad del emprendimiento y, por tanto, su supervivencia y consolidación”. Denuncia que las administraciones en general “han confundido emprender con saturar los mercados”. Según datos de la Seguridad Social, casi 1,2 millones de autónomos se concentran en dos sectores: el comercio y la hostelería. UPTA entiende que las tarifas planas y los incentivos al emprendimiento han tenido un “efecto llamada” a miles de personas, que “en ningún caso tendrían que haber iniciado una actividad por cuenta propia”.
Para el presidente de UPTA, Eduardo Abad, es el momento de hacer “cambios profundos” que aseguren al colectivo “un futuro mucho más factible, sostenible y con mejores perspectivas”, y ve este momento de crisis no como un drama, sino como una oportunidad para hacer los cambios que proponen en el sistema productivo. “No podemos quedarnos de brazos cruzados y dejar que todo siga igual después de la pandemia. Nuestro sistema productivo ya tenía grandes dificultades antes de la pandemia. Miles de autónomos desaparecieron del mercado y otros miles entraron en él, pero siempre en sectores como el comercio y la hostelería. Eso ya no vale”, subraya Abad.
En su opinión, el crecimiento del colectivo autónomo “estaba asentado en una gran mentira estadística”, pues aunque todos los años durante la última década las entradas y salidas del Régimen de Autónomos de la Seguridad Social tenían una oscilación de casi 600.000 cotizantes, “simplemente se cambiaban unos trabajadores por otros y casi el 75% de ellos pertenecían al sector servicios”. Junto a la falta de inversión, cree que “la escasa planificación política en nuestro sector sólo se ha destinado a desarrollar incentivos al inicio de actividad sin ningún tipo de criterio o patrón de crecimiento”.
Para alcanzar todos los objetivos que ha marcado UPTA, “los autónomos y las pymes deben implicarse en el desafío que supone la Agenda 2030, porque nuestra sociedad, nuestro planeta y nuestra economía necesitan contar con empresas que operen en sintonía con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. No sólo por responsabilidad sino también por oportunidad, puesto que alcanzar los ODS reportará buenas oportunidades de negocio”.