Cepyme indica que seis de cada diez empresarios dice que ya sufre morosidad o cree que la va a sufrir en breve y advierte que es un error limitar los despidos
El recrudecimiento de la segunda ola de la pandemia de Covid-19 y las medidas restrictivas de la actividad y la movilidad que están tomando las Administraciones para intentar frenar los contagios vuelven a impactar en la línea de flotación de las pequeñas y medianas empresas. Así lo indica el último Barómetro de opinión realizado por la patronal de las pymes (Cepyme) centrado en los problemas de morosidad y que indica que más de un tercio de estas empresas ya ha retornado o está preparando la vuelta al teletrabajo (en un 38% de los casos); la adopción de un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) por causas objetivas (ETOP) o la reducción de jornada de sus empleados, en un 43% y un 32% de los encuestados, respectivamente.
Según este sondeo de opinión realizado a entre el pasado 15 de septiembre y el 12 de octubre, mayoritariamente entre unas 1.300 micorempresas de menos de diez trabajadores y con menos de dos millones de facturación además hay un 20% de las pymes que cree que se verá olbigada a reestructurar su plantilla, esto es, realizar despidos, para mantener su actividad.
De hecho, el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, ha advertido al Gobierno que es “un error no dejar que la pyme se reajuste” –en clara refrencia a la exigencia de mantener el empleo seis meses después de haber realizado un ERTE o a la prohibición de despidos objetivos–. Acto seguido puso un ejemplo: “en ocasiones puede ser necesario despedir a tres trabajadores para mantener a los otros 12 o de lo contrario la empresa se verá obligada a cerrar por completo su actividad”.
Junto a estas observaciones, este sondeo de la patronal de las pequeñas y medianas empresas indica que el 57% de los pequeños empresarios ya sufre morosidad de sus clientes o cree que la va a sufrir en breve.
Si bien, seis de cada diez de estos encuestados pertenecientes a todos los sectores de actividad y repartidos por toda España, espera que dicha morosidad llegue desde el sector privado y no desde las administraciones públicas y solo un tercio cree que los impagos provendrán de las instituciones públicas. Ante esto, el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, ha destacado que como consecuencia de este incremento de la morosidad casi el 14% de las pymes se verá abocada al cierre.
Es más, el 29% de las pymes asegura que la morosidad comprometerá más del 10% de sus ingresos anuales, mientras que un 41% cree que los impagos afectarán a entre el 0 y el 5% de su facturación y el 30% restante a entre un 5% y un 10%.
Como consecuencia de esta morosidad, más de la mitad de las pymes encuestadas creen que perderán clientes y reducirán sus márgenes de beneficio este año. Pero los pagos inminentes que más preocupan a los pequeños empresarios son mayoritariamente el pago de salarios, para el 60% de ellos.
Petición a Economía
En este escenario, Cuerva ha lanzado otra petición urgente, en este caso para el Ministerio de Economía, consistente en la necesidad de rediseñar el marco de devolución de los créditos ICO, ampliando el actual periodo de carencia de un año y los cuatro ejercicios posteriores para su amortización. “O amplian estos plazos o a partir de abril habrá incumplimientos de pago” de estos créditos ICO, ha advertido el líder de Cepyme.
Asimismo, desde las pymes exigen al Gobierno la creación de ayudas directas a las empresas de menor tamaño, así como el diseño de planes de incentivación de la demanda y el consumo, similares a los que están poniendo en marcha otros países europeos o algunas comunidades autónomas con cheques de compra para el pequeño comercio.