- La deuda comercial total rondó los 200.000 millones, según Cepyme
- El coste financiero normal de la deuda de las pymes aumentó un 202% en el último año
El coste de la deuda comercial de las pymes se ha duplicado con respecto al año anterior a causa del alza inflacionista y su posterior efecto sobre los tipos de interés. En este último año, las pymes se enfrentaron a un coste financiero total anualizado de 2.649 millones de euros para el primer tercio del año, un 97,5% más que en el mismi periodo del año 2022 (1.341 millones de euros). Las pymes no sufrían un coste tan elevado en su deuda comercial desde 2011, apunta Cepyme.
Estos datos, pertenecientes al ‘Observatorio de Morosidad’ de Cepyme para el primer trimestre de 2023, sedesglosan en dos partes: coste normal y coste de mora.
Lo más habitual, destacan desde la patronal de la pequeña y mediana empresa, es que las compañías efectuen el cobro tiempo después de la venta. Una parte de esa deuda comercial, sin embargo, no se cobra en los plazos previstos. Esa parte morosa de la deuda comercial supone un coste adicional. Por lo tanto, el coste financiero de la deuda comercial es la suma de esos dos componentes.
Desde la patronal recogen los datos publicados por el Banco de España, para estimar que la deuda comercial de todas las pymes ascendió a cerca de 200.000 millones en los primeros tres meses de 2023, un 19,2% más que hace un año. Mientras, los tipos de interés para nuevos prestamos de hasta 250.000 euros, superan el 4% por primera vez desde 2015.
Esta suma de factores provoca que el coste normal de la deuda comercial haya experimentado un incremento del 202%, hasta los 1.301 millones de euros en datos anualizados.
Por su parte, el coste financiero de la mora se incrementó en menor medida, pero no por ello menos preocupante, y es que los plazos de pago se redujeron, excluyendo a las microempresas. Aún así, el coste anualizado de la mora se situó en 1.348 millones de euros en el primer trimestre, un 48,2% más que hace un año.
El presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, se mostró preocupado en la presentación del observatorio debido a que “el coste de las empresas para sufragar ese flujo de tesorería no se invierte en competitividad, en productividad y en mejores salarios”, por lo que ha insistido en llevar a cabo una “bajada del periodo medio de pago” de las deudas.
Aplazamiento de la deuda
El responsable de estudios de Cepyme y autor del estudio, Diego Barceló, explicó también que en el Índice de Morosidad en las Facturas de Ventas a Plazos (IMFVP), que en el primer trimestre registró su cuarto incremento interanual consecutivo, ve “un aspecto preocupante”, sobre todo de “cara al futuro”. “Nos está diciendo que gente ha comprado a plazo, está teniendo dificultades para pagar. Y de seguir así, se tendría que trasladar al conjunto de morosidad”, analiza.
En el primer trimestre de 2023, de las 19 ramas de actividad consideradas, 17 tuvieron un aumento interanual en el IMFVP. Las excepciones fueron las ramas del transporte y de la distribución de alimentos. Los mayores incrementos en este índice se han encontrado en la construcción (168,6 puntos) y materiales de construcción (136,8), que son las únicas ramas que superan en más de un 30% la media nacional.