Vivimos un momento no que a asimilación da tecnoloxía e o desenvolvemento de aplicacións informáticas por parte das empresas non é opcional, senón imprescindible para a súa supervivencia e, por suposto, para o seu crecemento, diferenciación e consolidación en calquera mercado. Neste contexto, recuperar o talento emigrado e poñelo en valor representa un reto para todas aquelas compañías que se propoñen competir nesta era de cambio.
No se me ocurre ningún sector en el cual la utilización de herramientas creadas desde el software y el hardware no sea necesario. Este es el escenario en el que nos encontramos. En él, los actores tienen que ser, por un lado, las empresas que tienen necesidad de aplicaciones que resuelvan sus problemas… con capacidad de inversión y con unos objetivos estratégicos claros que provienen de los equipos directivos…