El crecimiento de la actividad manufacturera del sector privado español se aceleró en junio hasta alcanzar su mayor ritmo de expansión desde abril de 1998, según refleja el índice de gerentes de compras (PMI), que alcanzó los 60,4 puntos, frente a los 59,4 del mes anterior, según IHS Markit.
El aumento de la actividad reflejó la intensidad del incremento de la producción de las fábricas españolas, el mayor en 23 años, con un repunte considerable de los nuevos pedidos ante una mejoría de la demanda, especialmente de los sectores relacionados con la hostelería y restauración.
En este sentido, el informe señala que la demanda interna no fue la única fuente de crecimiento de la cartera de pedidos, ya que los nuevos pedidos de exportación volvieron a aumentar de forma pronunciada y al ritmo más fuerte en más de tres años y medio, con una mayor demanda procedentes Europa y el Norte de África.
A pesar del aumento del ritmo de producción, persistieron las presiones sobre la capacidad y los pedidos pendientes volvieron a aumentar, alentando a las empresas a contratar personal adicional al ritmo más rápido desde febrero de 2018. La confianza en el futuro también ayudó a respaldar la actividad de contratación de las empresas.
Por otro lado, el exceso de demanda dio lugar a un nuevo repunte de la inflación de los insumos, con un incremento récord en junio de los costes. En consecuencia, las tarifas cobradas aumentaron a una tasa récord a medida que las empresas aprovecharon las condiciones favorables de demanda.
“Los desafíos procedentes de las cadenas de suministro persisten y hay pocos indicios de que estos problemas se atenúen”, advirtió Paul Smith, economista de IHS Markit, para quien el intento de las empresas de adelantarse a las subidas de precios con la adquisición de insumos provoca una espiral adversa que está aumentado la presión de las cadenas de suministro y de los precios.