Vivimos un momento en el que la asimilación de la tecnología y el desarrollo de aplicaciones informáticas por parte de las empresas no es opcional, sino imprescindible para su supervivencia y, por supuesto, para su crecimiento, diferenciación y consolidación en cualquier mercado. En este contexto, recuperar el talento emigrado y ponerlo en valor representa un reto para todas aquellas compañías que se proponen competir en esta era de cambio.
No se me ocurre ningún sector en el cual la utilización de herramientas creadas desde el software y el hardware no sea necesario. Este es el escenario en el que nos encontramos. En él, los actores tienen que ser, por un lado, las empresas que tienen necesidad de aplicaciones que resuelvan sus problemas… con capacidad de inversión y con unos objetivos estratégicos claros que provienen de los equipos directivos. Y, por otro, el mercado de empresas capaces de proveerles de profesionales que lleven a cabo el desarrollo de estas herramientas que generen ventajas competitivas. Las compañías que nos dedicamos a desarrollar software no somos distintas de cualquier otra de cualquier sector: precisamos visión estratégica, recursos y buenos profesionales, que formen equipos competitivos para entregar al cliente lo que necesita y ayudarle a conseguir sus objetivos. En Corunet, mi socio David Pardo y yo siempre hemos tenido claro (fundamos la primera empresa en el año 2000) que necesitábamos gente buena para acompañarnos, pero sobre todo buena gente. Esa es una de las piedras angulares del proyecto y de nuestra cultura corporativa: hacer las cosas con sentidiño, avisar si creemos que algo no va a funcionar e intentar dar más de lo que nos piden.
Por otra parte, hemos contado con la suerte necesaria para estar en el momento adecuado en el espacio y en el tiempo. Además de lo citado, valoramos mucho participar en proyectos interesantes que supongan retos para los profesionales que trabajan con nosotros.
Pensamos que es imprescindible valorar el trabajo del equipo con unos salarios razonables para la ciudad en la que tenemos el negocio, que les permitan una buena calidad de vida. También debemos mencionar que la urbe en la que desarrollamos nuestra actividad dispone de importantes empresas tractoras de varios sectores, sobre todo retail y banca, que están haciendo las cosas muy bien y han apostado de forma clara y decidida por invertir en tecnología. Cuando en el sector de actividad de una empresa hay una alta demanda, como es el caso de la actualidad del software, los empresarios y directivos debemos ingeniárnoslas para buscar elementos diferenciales. Teníamos claro que los profesionales de esta y cualquier otra actividad se mueven (no necesariamente por este orden) por: salario, ambiente de trabajo y proyectos en los que trabajar que les permitan desarrollarse como profesionales y como personas.No todo es dineroPersonalmente, creo que el sueldo -aún siendo importante– no siempre es lo que mueve a una persona. Sobre todo, una vez que tienes las necesidades básicas y no básicas cubiertas. Por eso, si queremos contar con los mejores profesionales debemos trabajar en ofrecerles un buen lugar con comodidades suficientes, horarios razonables que permitan la conciliación familiar, ventajas sociales y proyectos atractivos. Hace unos meses, a fuerza de agudizar el ingenio y contando con la colaboración de nuestro amigo David Bonilla, fundador de Manfred, una empresa dedicada a la búsqueda de empresas para gente talentosa en el campo de la tecnología, diseñamos la Operación Morriña.
El objetivo no es otro que atraer talento tecnológico de vuelta a Galicia. Queríamos lanzar una bengala de rescate al aire para hacernos ver. Buscábamos llegar a profesionales tecnológicos sénior directamente o a través de sus personas queridas. Una vez los teníamos delante, había que explicarles cómo era nuestra empresa y nuestra estrategia de forma clara y lo más transparente posible. Montamos toda una batería de ayudas para facilitar el proceso. Sabíamos que muchos de ellos tenían familia y eso sería un factor determinante: trabajamos en aspectos como mudanza, colegios para los niños, elección de casa y todo tipo de facilidades.Otro aspecto a destacar de la campaña es que la iniciativa parte de una empresa, pero lo que hace la oferta atractiva es que hay una enorme comunidad local trabajando muy duro para que el ecosistema tecnológico gallego sea cada vez más grande y atractivo para todos. El siguiente paso es dar entrada a nuevas empresas e incluso, llegado el caso y si muestran interés, trabajar mano a mano junto a las administraciones públicas. Ojalá entre todos seamos capaces de darle continuidad y convertir nuestra tierra en un polo tecnológico a nivel nacional e internacional. Gran respuestaA día de hoy, podemos contar que ha sido un éxito, tanto para la imagen de Corunet como para el retorno de profesionales capacitados que desarrollan su trabajo con nosotros. Hemos recibido multitud de currículos que cumplen los requisitos, muchos gallegos, que trabajan en quince países distintos, desde Portugal a Noruega y Finlandia. Y si miramos las comunidades autónomas, han contactado profesionales que trabajan en trece de ellas con predominancia en Galicia, Madrid y Cataluña. En los próximos meses publicaremos con detalle cifras y resultados obtenidos para que puedan servir a la comunidad y otras compañías. Crear riqueza y bienestar. El objetivo es construir entre todos un círculo virtuoso, que haga que todas las personas que intervienen consigan sus objetivos. Hay multitud de ejemplos de ciudades y territorios en el mundo que han jugado bien las cartas que se les han repartido, obteniendo exitosos frutos en forma de empresas prósperas, riqueza y bienestar general.Todo en la vida es difícil pero, a la vez, las necesidades de los seres humanos son básicas y maximizar la calidad de vida, pudiendo tener tiempo para dedicar a la familia y aficiones gracias a tu desempeño profesional, es un objetivo de vida en sí mismo.