El sector comercial se resiste al cobro por las bolsas de papel

Inditex comenzó a exigir el pago en todas sus marcas de España este lunes, un paso que el resto de marcas no contempla por el momento

Varias personas caminan por el centro de Madrid con bolsas de compras en varios establecimientos de la capital.
Varias personas caminan por el centro de Madrid con bolsas de compras en varios establecimientos de la capital.EUROPA PRESS

El sector textil se resiste al cobro por las bolsas de papel. Con las de plástico, el cambio se produjo con éxito hace años. Sin embargo, con las de papel, la mayoría de firmas no contempla todavía repercutirlo a sus clientes, un paso que sí ha dado ya Inditex este lunes en todas sus marcas en España. De esta forma, se convierte en la primera de las grandes en lanzarse con esta iniciativa que parece que tarde o temprano todas transitarán.

La lucha por la reducción de los residuos es uno de los ejes principales de las políticas de sostenibilidad en la distribución. Fuentes del sector temen que la próxima normativa europea, que ya se está cocinando en Bruselas, sea mucho más restrictiva en este sentido con el sector textil. Por ello, algunos directivos consideran que la decisión de Inditex va en ese camino: “Se quieren adelantar a lo que terminará siendo obligatorio con el paso del tiempo”, explica un alto ejecutivo de una marca textil.

En el mercado de venta de moda se ha ido sustituyendo progresivamente el plástico por el papel, especialmente cuando a mitad de 2018 el Gobierno prohibió a los comercios —ya fueran grandes superficies, de ropa o tiendas pequeñas de ultramarinos— regalar las bolsas de plástico de entre 15 y 50 micras, las más utilizadas. Inditex consiguió el año pasado eliminar por completo las bolsas de plástico en sus enseñas al sustituirlas por las de papel 100% reciclado. Ahora va todavía un paso más allá.

La decisión, según portavoces de la compañía gallega, se ha tomado en línea con su estrategia: “Se quiere fomentar la reutilización. Ya lo hacíamos en otros mercados como Alemania y ahora se ha comenzado a aplicar en España, Bélgica, Austria, Suiza y Luxemburgo”, explican fuentes de Inditex, que añaden que el plan es que se implante en más países. Según ha adelantado la firma, lo que se recaude por este concepto —no facilitan la previsión— se dedicará a proyectos medioambientales. “Todavía existe desconcierto sobre por dónde irá la nueva legislación, pero para nosotros esto se enmarca en las medidas de circularidad y compromisos de sostenibilidad”, esgrimen.

En el resto del sector, mientras tanto, no cuentan con planes para poner en marcha una medida similar. Muchas ya pasaron casi todas las bolsas de plástico a papel. Tendam, que engloba las marcas Cortefiel o Springfield, entre otras, es ejemplo de ello. Y no considera por el momento el cobro. “En principio no hay planes en este sentido. La estrategia era el cambio a papel que ya casi se ha conseguido en su totalidad”, argumentan portavoces del grupo. En Mango, por su parte, trabajan solo con bolsas de papel desde 2019 y tampoco planean exigir el pago por las mismas. “No lo contemplamos en el corto plazo”, añaden fuentes de la firma textil.

El caso de El Corte Inglés es particular, ya que es de las grandes que mantienen el uso de las bolsas de plástico: en supermercados las cobran, pero no en el resto de departamentos. ¿Se están saltando la norma? No, porque las bolsas que utilizan son de más de un 80% de materia prima reciclada y, además, son de más de 50 micras. Es decir, quedan exentas de la obligación de cobro según recogía el Boletín Oficial del Estado el 18 de mayo de 2018. “Un buen envase tiene que ser respetuoso con el medio ambiente”, explican fuentes de la empresa, que sostienen que el grupo reducirá su huella plástica en un 30% en 2025 en toda su cadena de suministro.

Las pequeñas, sin opción

En una encrucijada diferente están los pequeños y medianos comercios, que tienen mucho menos margen para realizar este tipo de medidas. El presidente de la patronal del comercio textil Acotex, Eduardo Zamácola, considera además que se trata de una política errónea: “Es como cobrar por el papel de regalo. No me parece que sea lo mejor cuando a los clientes esto ya se le repercute en el precio del producto. Va en contra de la fidelización con la marca”.

Zamácola cree que esta medida no se extenderá a toda la venta de moda, al menos no por el momento. Y para los comercios más pequeños no existirá siquiera la opción de plantearlo. “Para ellos es mucho más complicado. Ni se les pasa por la cabeza cobrar por una bolsa porque tienen problemas mucho mayores”, añade. Aunque pone un matiz: “Solo se haría si hay una ley que lo obligue”.

El Gobierno no adelanta que vaya a reglar también las bolsas de papel como hizo con el plástico. En el Ministerio de Consumo explican que esto le corresponderá al Ministerio para la Transición Ecológica. El departamento que dirige Teresa Ribera no ha respondido de momento a las preguntas de EL PAÍS. Además, sobre el control del cumplimiento de cobrar por la mayoría de bolsas que se utilizan en el comercio, Consumo señala que son las comunidades autónomas las encargadas de realizar el seguimiento, aunque las principales asociaciones del país dicen que casi no existen multas por este supuesto.

Reducción del 85% de uso de bolsas de plástico

El sector de la alimentación fue uno de los segmentos a los que iba dirigido el cobro de las bolsas de plástico, ya que era donde más uso se hacía para guardar las compras. Sin embargo, antes de que se hiciese efectiva la obligatoriedad, muchas grandes cadenas ya se adelantaron con el cobro y comenzó una reducción considerable.

La Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) saca pecho por ello. Según sus cálculos, en el sector se utilizan un 85% menos de bolsas de las que era habitual antes de exigir el pago por las mismas. “Los supermercados han sido la palanca de cambio de la reducción del uso de bolsas de plástico. La distribución organizada fue pionera en el cobro de bolsas de plástico de un solo uso”, afirman portavoces de la asociación.

María Martínez-Herrera, responsable del departamento de medioambiente de Asedas, explica que el trabajo de las compañías del sector para reducir la utilización del material no ha terminado. “Ahora nuestra lucha está en las bolsas que se utilizan en las secciones de fruta y verdura, carnicería o pescadería, por ejemplo, que son de plástico compostable. Ahí pensamos que la normativa europea puede darle una vuelta”, estima.

En la actualidad, en algunos departamentos de las cadenas como los puntos con comida preparada se entregan los productos en una bolsa de papel. Esta, por el momento, no se cobra. Y los supermercados dicen que no pretenden hacerlo en el corto plazo. Algo que confirma Martínez-Herrera: “No hay un plan sobre ello ni nos hemos marcado unos objetivos por el momento”.

Vía: https://elpais.com