- El consumo de las grandes empresas se sitúa ya por debajo de los niveles de la pandemia
- Alerta en Europa: si Rusia corta el suministro no habrá gas para el invierno
Los precios del gas natural están poniendo contra las cuerdas a la industria española. Según los datos de Enagás, los grandes consumidores han reducido ya en un 20% su consumo este pasado mes de junio y la tendencia se ha mantenido en lo que va de julio.
Las empresas, que tienen que hacer frente a precios históricamente altos de gas, han adelantado los mantenimientos, han buscado cambiar las fuentes de generación y aquellas que no han tenido otro camino han tenido que afrontar paradas de producción.
Según los datos que facilita el gestor técnico del sistema gasista, los sectores más afectados en este caso son la electricidad producida con cogeneración que, tras la aprobación del tope del gas- ha parado prácticamente la mitad de su producción que se centra en sectores como la alimentación o la cerámica o el ladrillo.
El refino ha buscado fórmulas alternativas para poder producir en sus refinerías sin utilizar gas natural, mientras que otros sectores como el texto, el agroalimentario, el papel o el químico están afrontando problemas para poder mantener su producción.
Según los datos de GasIndustrial, la demanda de gas para la industria se sitúa incluso por debajo de la registrada en el año 2020, en plena crisis del covid 19. Según explica la presidenta de GasIndustrial, Verónica Riviere, “la industria está parando por los precios del gas natural“.
Gasindustrial además ha mostrado su preocupación por la letra pequeña del acuerdo del gas alcanzado por el Gobierno con la Comisión Europea en el Consejo de Ministros de ayer. Según Riviere hay que esperar a conocer la letra pequeña del documento, que aún no está disponible. La bajada de un 7% del consumo podría suponer un golpe adicional para la industria en función del consumo que se considere y del tratamiento que se otorgue a las centrales de ciclo combinado.
Entsog cree que si Rusia corta el gas España tendrá que recortar entre un 2 y un 5% su consumo
Según los cálculos que se están manejando en el sector, el impacto de la reducción del consumo que Bruselas quiere que se consiga desde el próximo 1 de agosto hasta el 31 de marzo puede rondar el 20% si se deja fuera a las centrales de gas.
El consumo de gas de los ciclos combinados se ha incrementado un 127% desde la entrada en funcionamiento de la llamada excepción ibérica. Esta medida ha provocado un fuerte incremento de las exportaciones de electricidad a Francia al registrarse un precio menor en el mercado mayorista.
Bruselas impuso a España que no pusiera limitaciones al suministro a nuestro vecino del norte que atraviesa serios problemas de suministro tanto de electricidad -por lo problemas de sus nucleares- como de gas por la reducción del tránsito desde Alemania.
El Musel se convertiría como almacenamiento y hub de reparto de gas a Europa
Por este motivo, desde hace unos meses, España ha redoblado la exportación tanto de electricidad como de gas a Francia para ‘asistir’ sus necesidades energéticas. El Gobierno español tiene hasta el próximo mes de septiembre para presentar su plan de contingencia. La vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha reunido a empresas, metereólogos, grupos parlamentarios para preparar dicho plan y se espera que este próximo viernes en el Consejo de Ministros que se celebre ya se incluya alguna medida en esta línea.
El plan de contingencia que elabora el Gobierno español se espera que incluya, entre otras medidas, la reapertura de la planta de El Musel para que sirva como almacenamiento y hub de reparto de gas a Europa. Se incluirá también una ruta de pequeños metaneros entre Barcelona hasta Panigaglia que serviría para apoyar el suministro de Italia pero también de Austria y la República Checa.
Mientras se avanza en esta regulación, Entsog, el organismo que aglutina a los gestores de los sistemas gasistas europeos, presentó ayer un informe sobre el impacto de un posible corte de suministro de gas ruso en el que lanza una seria advertencia: si Rusia corta el suministro de gas por completo, Europa no podrá afrontar el invierno.
Las simulaciones del escenario base muestran que, en caso de interrupción total del suministro ruso (contando desde los niveles que había el 1 de julio de 2022), la demanda no puede satisfacerse durante la temporada de invierno 2022/2023, y los problemas serán mayores para rellenar las reservas para el siguiente invierno.
Según dicho documento, sin la aplicación inmediata de medidas de mitigación se producirá una agotamiento de la mayoría de los almacenamientos de gas europeos durante el periodo invernal 2022/2023. Por ese motivo, Entsog explica que son necesarias medidas de mitigación más eficaces que deben adoptarse, como el aumento de la capacidad europea para mejorar la cooperación entre los Estados miembros y facilitar una utilización más eficiente de los almacenamientos.
El organismo además ha realizado un estudio sobre qué porcentaje de cortes de suministro serían necesarios y, por ejemplo, en el casi de España cifra la cantidad en el 5% en el escenario medio.
