- El vicepresidente del Banco Central Europeo pronostica buenas perspectivas en torno a la inflación
- El BCE detecta tres amenazas financieras y un potenciador que puede degenerar en una “crisis sistémica” total
- Guindos (BCE) dice que el interés europeo tiene que estar por encima del doméstico en las fusiones bancarias

A la espera de que el próximo mes de diciembre el BCE actualice sus proyecciones, el vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos, ha avanzado que “no serán muy diferentes” de las publicadas por la Comisión Europea. En este sentido, De Guindos ha afirmado que la economía de la zona euro se está “comportando mejor” de lo que esperaban hace unos meses y ha destacado que España es una economía “competitiva” que cuenta con un sistema financiero “saneado”. El vicepresidente del BCE ha visitado este viernes Bilbao para compartir estas y otras reflexiones sobre la situación económica actual invitado por el Foro Gran Vía, organizado por la Fundación BBK, y Deusto Business Alumni, donde ha mantenido una charla con el presidente de Kutxabank, Antón Arriola.
Tal y como ha señalado, finalmente se ha cerrado el acuerdo arancelario con Estados Unidos sin que haya habido un “incremento de la guerra comercial en absoluto”, lo que hubiera sido “muy negativo para todos”. No obstante, ha advertido de que los aranceles establecidos por Donald Trump para los productos europeos van a ser “algo más elevados”, ya que pasan del 3% a rozar el 15%, lo cual afectará negativamente a la exportación europea.
Según ha destacado, una de las claves pendientes se resolverá cuando se conozca cómo se cierra el acuerdo entre EEUU y China, ya que la entrada de productos industriales chinos “está siendo importante”, con efectos tanto desde el punto de vista del crecimiento como desde la inflación.
Asimismo, se ha referido a la evolución de la inflación en la zona euro y aunque ha apuntado a que la que más le preocupa es la inflación del sector servicios, ha remarcado en que en general hay “buenas noticias” sobre las perspectivas de inflación, que “va desacelerándose y se aproxima al 2%”, lo que ha redundado en la reducción de los tipos de interés del 4 al 2%, un porcentaje que considera “adecuado”, por lo que en sus últimas tres sesiones el Consejo no ha anunciado nuevos descensos.
Competitividad
En alusión al crecimiento de la economía española, el vicepresidente del BCE ha asegurado que “lo está haciendo bien”, con un nivel próximo al 3%, muy superior al que, en estos momentos, proyecta de media la CE para la zona euro (1,3% este año).
El vicepresidente del BCE ha recordado que España “ganó muchísima competitividad” desde la reforma laboral de 2013, algo que se ponía de manifiesto tanto por los datos de exportación como por los superávits de balanza de pagos, “cuando tradicionalmente siempre habíamos tenido déficits”.
En su opinión, los elementos que “pueden garantizar que la economía española siga creciendo por encima de la media europea” son el mantenimiento de “la solvencia del sistema financiero y la competividad de la economía”, más allá del turismo, cuya evolución “se va a ir moderando”, pronostica. Junto a ello, ha añadido que también ha “ayudado” la llegada de los fondos de nueva generación, aunque existen “dudas” sobre su “implementación real”, ha advertido.
Según ha apuntado, hay que analizar los “determinantes” de ese incremento del PIB y ver si ese modelo es “sostenible en el tiempo”. De Guindos ha apuntado que ese crecimiento está basado en un aumento “muy importante” de la población, con cerca de 50 millones, lo cual demuestra que la inmigración es “absolutamente necesaria e imprescindible”.
El problema de la vivienda
Luis de Guindos ha apuntado que hay intentar “maximizar” los beneficios de la inmigración y “minimizar los potenciales costes”. Según ha precisado, el coste más evidente que existe en estos momentos es la vivienda.
“Cuando tienes un incremento muy fuerte de la constitución de hogares, como consecuencia de la inmigración y del aumento de la población, tienes que hacer frente a ese incremento de la demanda con un incremento de la oferta.
Ha añadido que el mercado que tiene que absorberlo en un primer momento no es el de la construcción de nueva vivienda que “reaccionará”, aunque lo suele hacer “con un cierto retardo”, sino el mercado de alquiler. En este sentido, ha asegurado que “la regulación está limitando la oferta de vivienda en alquiler“.
“Y la consecuencia es que, cuando tienes un incremento fuerte de demanda y la oferta no te responde, inmediatamente los precios del alquiler suben“, ha indicado, para precisar que este es el “problema fundamental” que existe en estos momentos.
En relación a si ve riesgo de una burbuja inmobiliaria en España, Luis de Guindos ha apuntado que la situación que se vivió entre el año 2008 y 2011 es diferente porque, además de una subida “muy fuerte” de precios”, había una “burbuja de crédito, con un incremento”. A su juicio, eso es lo que llevó a la crisis del sistema financiero español.
Según ha apuntado, en la actualidad, ha habido una subida de precios que “empieza a ser importante”, ya que incluso los niveles de precios están por encima de la situación en plena burbuja de la anterior crisis.
Sin embargo, ha insistido en que ahora “no hay burbuja de crédito” de manera que la situación es distinta.
De Guindos ha insistido que el problema de la vivienda en España no está tanto en la financiación que “está disponible y es prudente”, sino en la regulación y, sobre todo, en el mercado de alquiler, que tiene que ser “el colchón que tiene que absorber el incremento fuerte de la población que está habiendo en España”.
La labor de la Sareb
Por otro lado, cuestionado por el papel que desarrolló Sareb, constituido en 2012 para gestionar activos inmobiliarios tóxicos de entidades financieras que necesitaron ayudas públicas, ha señalado que se puso en marcha “no por qué a Rajoy” o a él -en ese momento ministro de Economía”- “les apeteciera constituir un banco malo”, sino porque había una situación “tremenda” con unos activos inmobiliarios que “estaban lastrando” y se decidió “traspasarlos al banco malo” con “la esperanza de que subieran los precios” y devolver la deuda.
Tras indicar que esos activos han subido de precio, ha añadido que se podía utilizar ese incremento del precio de la vivienda para devolver la deuda, y otra elección –“perfectamente comprensible desde el punto de vista político”– es “regalar 40.000 viviendas a SEPE y suelo para construir otras 45.000 viviendas a precio cero”.
Según ha manifestado, en relación a esa cuestión, lo que “no se puede hacer, al mismo tiempo, es pagar la deuda y hacer vivienda social“. “De algún modo, ése es el dilema, si hubiera sido el planteamiento inicial, que era el de devolver la deuda que Sareb asumió, a lo mejor se podría haber devuelto gran parte e incluso diría que prácticamente la totalidad de la deuda asumida”, ha precisado.