Bruselas aboga por iniciar la retirada de las ayudas a empresas por el Covid

  • Pide un repliegue “gradual” para evitar bancarrotas y retrasos
  • La UE reconoce el impacto “desigual” de la crisis respecto a los sectores
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. EP

Las ayudas de emergencia a las empresas durante la pandemia mantuvieron la economía a flote, preservaron la estabilidad macroeconómica y ayudaron a proteger millones de empleos, pero la Comisión Europea aboga ahora por retirarlas progresivamente aunque pueda suponer una cascada de bancarrotas, y así se lo hizo saber a los ministros de Economía y Finanzas de la UE durante la reunión del Eurogrupo el lunes.

En un documento presentado por el ejecutivo comunitario, Bruselas alegó que aunque sigue habiendo restricciones en vigor, se ha alcanzado un mejor equilibrio entre las medidas para contener el virus y la apertura de la economía. Reconoce los efectos desiguales de la pandemia respecto a otras recesiones y apunta que mientras que el impacto del freno inducido a la actividad industrial apenas se nota ya en muchos sectores, el turismo, la cultura o la restauración siguen sufriendo las consecuencias de las restricciones.

Por eso entiende que el apoyo debe limitarse gradualmente, teniendo en cuenta la evolución de la pandemia, la situación económica, las implicaciones para el sector bancario y la perspectiva de las finanzas públicas. Y en la misma línea se expresa un documento que exponte las recomendaciones para la política económica de la Eurozona en este año que empieza, en el que se aboga por “mantener una posición fiscal de apoyo moderado en toda la zona euro”.

Una brusca retirada, advierte la Comisión, podría derivar en bancarrotas a gran escala poniendo así en riesgo la recuperación. La eliminación del apoyo “debería equilibrar la necesidad de permitir la reasignación de recursos y, al mismo tiempo, contener la insolvencia de las empresas viables en los sectores más afectados”, insiste el ejecutivo comunitario. Ya en noviembre, la Comisión decidió extender hasta junio de este año el marco temporal que flexibiliza las normas de las ayudas de estado en la UE al menos hasta junio de este, que ha permitido a los gobiernos movilizar en torno a 3,1 billones de euros, pero advertía de la necesidad de retirar progresivamente la asistencia.

“Nosotros creemos que es muy importante evitar una retirada prematura de los estímulos y la política monetaria y fiscal que hemos venido desarrollando para responder a la pandemia”, aseguró en la misma línea la vicepresidenta del gobierno y ministra de Economía Calviño a su llegada al Eurogrupo.

La nueva economía

Bruselas defiende que la recuperación es una oportunidad para relanzar una economía más verde y más digital y, por lo tanto, es a esas actividades a las que debe ir los recursos, también a la formación de los trabajadores, no a sistemas de soporte vital para empresas que ya no pueden salir adelante. Al mismo tiempo, aboga por mantener “un apoyo específico y temporal” para evitar la quiebra de compañías que se han visto afectadas por la crisis pero que pueden seguir siendo viables cuando pase lo peor.

También, la Comisión Europea defiende tener en cuenta la relevancia sistémica de determinados sectores, como el transporte aéreo, ya que la supresión de las ayudas podría tener efectos indirectos en el resto de la economía.

El ejecutivo comunitario apuesta por que las medidas de apoyo eviten además agravar el exceso de deuda, a través de subvenciones o aportaciones de capital, pero al mismo tiempo no comprometan las finanzas públicas. Entiende que el Covid-19 ha supuesto un importante freno a la inversión necesaria para las transformaciones ecológica y digital y por eso el uso de fondos europeos será fundamental y recalca la importancia de una correcta ejecución de los planes nacionales. España ha sido el primer país en recibir una transferencia.

Vía: https://www.eleconomista.es