A partir del próximo año, empresas y autónomos tendrán que remitir sus facturas a Hacienda a través del sistema de facturación electrónica VeriFactu

A partir de 2026, empresas y autónomos deberán enviar sus facturas a Hacienda en tiempo real mediante el sistema de facturación electrónica VeriFactu. Las empresas comenzarán el 1 de enero y los autónomos, el 1 de julio. El objetivo es prevenir el fraude fiscal y aumentar la transparencia.
¿Están los autónomos realmente informados sobre cómo se implementará este cambio? ¿Existe algún tipo de formación para quienes tienen menos competencias tecnológicas? ¿Supondrá un coste adicional? Para conocer la realidad desde dentro, hemos hablado con Miguel Soro, fisioterapeuta con su propia clínica en Pontedeume (A Coruña).
Falta de información oficial
La implantación del sistema de facturación electrónica Verifactu, que será obligatoria a partir del próximo año, genera incertidumbre y preocupación en muchos sectores. Miguel Soro, fisioterapeuta y responsable de un centro donde trabajan varios profesionales, expresa su inquietud ante un cambio del que, asegura, “no nos han contado mucho”.
“En mi caso, como llevo poquito con el centro abierto y tengo varios profesionales, sí que me encargué de informarme con mi gestoría y leyendo por ahí, pero es verdad que si me guío solo de lo que nos han dicho, la verdad es que no tenemos ni idea”, comenta Soro.
Aunque el sistema aún no ha sido implantado, y la fecha se ha ido posponiendo, Soro señala que existe una gran falta de información oficial: “A día de hoy tampoco nos han dicho nada. Al principio, incluso, creía que era algo que iba a llevar la gestoría, pero no, es algo que vamos a tener que actualizar nosotros, y a día de hoy falta bastante información”.
La difícil adaptación tecnológica
Uno de los aspectos que más inquietan es el impacto que tendrá en autónomos pequeños, sobre todo los que no cuentan con gestoría ni software especializado: “A esa gente le va a ser más complicado. Además, no suelen tener programas de facturación muy complicados porque no les hacen falta. Ahora probablemente tengan que cambiar, incurriendo en mayor gasto, en alguno que traiga el nuevo programa con la nueva verificación”.
Soro apunta que esto obligará a muchos a modificar formas de trabajo que eran perfectamente legales: “A esa gente que tiene una forma de funcionar, que es legal, que funciona, le van a obligar a cambiar, incurrir en más gastos y actualizarse”.
El salto tecnológico será un reto para muchos profesionales, especialmente los de mayor edad. “Ahí es donde veo el mayor problema. No van a saber hacerlo manualmente, porque no creo ni que se pueda. Van a tener que contratar un programa nuevo, empezar a hacerlo todo nuevo y operar con el programa, pero no nos queda otra que aceptarlo”.
Mientras algunos llevan tiempo utilizando plataformas digitales para su facturación, como es el caso de Soro y su clínica de fisioterapia, otros siguen recurriendo a métodos mucho más tradicionales, y completamente legales, como Word o Excel y, para ellos, supondrá un verdadero reto.
Sobrecostes que van implícitos en el cambio
El cambio también traerá consigo un sobrecoste económico. “Creo que ahí va a depender de la plataforma que tengas. Si eres un único autónomo, igual pagas 15 o 20 euros al mes por un software de gestión, y a lo mejor te cobrarán otros 10 o 15 euros de sobrecoste adicional por el nuevo sistema. Si ya utilizas un software más caro, como es mi caso, el sobrecoste será más”, informa.
A pesar de lo inminente del cambio, no hay formación prevista ni canales de consulta claros, denuncia el fisioterapeuta: “Yo quiero pensar que la harán, pero no he visto nada. Me he informado con mi gestoría. Y aunque estos programas que utilizamos ya van a meter el nuevo sistema, también nos están avisando de un sobrecoste que todavía no han concretado”.
Soro lamenta que el sistema sea obligatorio, sin que venga acompañado de beneficios claros para el profesional: “Si me dices que vamos a pagar por esto, pero nos va a facilitar mucho las cuentas trimestrales y podemos elegir, muchos elegiríamos pagar un sobrecoste. Pero no, viene obligado”.
Multas y obligaciones
La preocupación no es solo por la implementación técnica, sino también por las consecuencias en caso de error. “Por un lado dicen que si detectan algún error, te van a avisar para que puedas subsanarlo. Pero por otro lado están hablando de multas bastante cuantiosas. Yo ya vi por ahí alguna multa de 60.000 euros si no cumplías con todas las obligaciones”, apunta el fisioterapeuta.
Soro insiste en que comprende el objetivo del sistema -el control del fraude fiscal-, pero reclama más claridad y transparencia. “Si las obligaciones están claras y nos explican bien cómo va todo, perfecto. Pero como está yendo hasta el día de hoy, tampoco están quedando muy claras. Y ya estamos en octubre”.
A nivel operativo, destaca que aunque las facturas se vayan a subir en tiempo real, muchas tareas serán las mismas. “Una de las cosas que tenemos que hacer es juntar todas las facturas del trimestre, y esto al final lo vas a subir en tiempo real, pero luego las tenemos que seguir juntando. Entiendo que es una labor de control muy específica y exhaustiva, pero no te están dando más facilidades”.
“Estaría genial que esta implantación agilizara eso”. Quiero pensar que en un futuro va a agilizar los trámites y el papeleo. Que también vamos a pagar un extra por ello”, apunta el experto en fisioterapia Miguel Soro.