La ministra propone derogar la reforma laboral de manera íntegra en contra del criterio de Calviño y de la Comisión Europea.
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, defiende este jueves su reforma laboral ‘trampa’ para esquivar las recomendaciones de su compañera, la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, y las de la propia Comisión Europea.
Tal y como publicó Economía Digital, la titular de Trabajo discrepa con varios ministros y también con la patronal porque pretende elaborar una reforma laboral en dos tramos.
El primero se centra en derogar los aspectos más lesivos, tal y como reclaman los socialistas, y el segundo busca derogar la reforma aprobada por el expresidente Mariano Rajoy de manera íntegra.
Un segundo punto que no convence en Bruselas, ya que desde la Comisión no sólo se defiende la reforma laboral elaborada por Rajoy en 2012, sino que aconsejan profundizar en ella para eliminar la gran temporalidad que sufre España.
Díaz se verá este jueves con dos comisarios de Economía, de la familia socialista. El comisario de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni, y el de Empleo, Nicolas Schmit, quienes le exigirán medidas adicionales a las ya realizadas para obtener los fondos europeos.
La Comisión defiende la reforma de Rajoy
“El mensaje será por supuesto de diálogo. Estoy muy contento de reunirme con la ministra española de Trabajo. Nosotros estamos plenamente convencidos de la necesidad de incluir en los planes de recuperación la combinación de inversiones y reformas“, contestó Gentiloni a los periodistas en rueda de prensa este miércoles.
Sin embargo, el comisario advirtió que “las reformas deben estar conectadas con las principales recomendaciones que la Comisión dirigió en 2019. Este será uno de los temas más importantes de nuestra discusión”. En estas recomendaciones aparece la petición de no derogar de manera íntegra la reforma del PP, tal y como ha recordado en incontables ocasiones Calviño.
El texto de las principales recomendaciones reza así: “Será importante que cualquier nueva medida solo se adopte tras una detenida evaluación de sus efectos potenciales y que se preserven los logros de las reformas anteriores“.
Reforma en dos fases
De momento y según publicó Economía Digital, el plan de Trabajo consiste en realizar la reforma laboral en dos fases: la primera contentaría a aquellos que piden “eliminar los aspectos más lesivos de la norma” y la segunda contentaría las exigencias de Bildu y la norma se derogaría de manera íntegra.
El primer paso consistiría en ir “con tiento”, es decir “poco a poco”, admiten las fuentes consultadas, para eliminar los aspectos más lesivos dentro de la mesa de diálogo social.
“No se trata de romper el diálogo con los agentes sociales, todo lo contrario”, recuerdan desde Trabajo, asegurando que ya han ido de la mano en seis ocasiones, la última a finales de septiembre para dar luz verde a la extensión de los ERTEs.
En esta parte, la negociación se antoja complicada porque se tratarán temas como las condiciones laborales de las subcontratas o la recuperación de la ultraactividad indefinida en los convenios. Hasta aquí, Trabajo habría convencido incluso a Calviño y la CEOE, los más críticos con eliminar la reforma de manera íntegra.
Sin embargo, la segunda fase que estructura Trabajo vendría con el visto bueno de Bruselas ya dado y con una reforma laboral creada por el Gobierno para suprimir de manera íntegra la elaborada por el Gobierno de Mariano Rajoy y que tanto ensalza la UE.
Sin duda, ésta sería la parte más complicada para la ministra Díaz, que según ha podido saber ED, ya cuenta con el visto bueno del vicepresidente Pablo Iglesias.
Tiempos en la negociación
Por otra parte, desde el Ministerio de Trabajo, y tal y como ha confirmado Yolanda Díaz recientemente, las negociaciones de la reforma laboral se retomarán próximamente, siendo posible que los agentes sociales y Gobierno se sienten en la misma mesa en enero.
El diálogo de las diferentes partes quedó aparcado hace meses puesto que la crisis del coronavirus cambiaron todos los planes del Ejecutivo y de los ministerios implicados.
Además, el Ministerio de Trabajo confirma que en primer lugar debe concluir el acuerdo de la nueva regulación de los ridersque sigue atascada en la mesa de diálogo social. El equipo de Yolanda Díaz espera que pueda haber fumata blanca en los próximos días.
Así, desde el Ministerio de Trabajo explican que esta reforma “es de calado” y no se puede realizar sin un cuerpo normativo desarrollado en paralelo para suplir la norma al completo.
Pacto para el Gobierno de coalición
Sea como fuere, el equipo de Yolanda Díaz insiste que el cambio de la reforma laboral se ceñirá al documento firmado por PSOE y Unidas Podemos para el Gobierno de coalición. Uno de los apartados de dicho pacto habla de la reforma laboral y hace hincapié que “reformará los aspectos más lesivos del empleo en España”.
El Ministerio de Trabajo, ciñéndose a dicho documento, considera que hay tres puntos fundamentales a la hora de realizar la reforma laboral. El primero es la derogación del despido por absentismo causado por bajas por enfermedad, que ya está derogado.
Ahora, tanto Gobierno como agentes sociales tienen que ponerse de acuerdo en suprimir las limitaciones al ámbito temporal del convenio colectivo, haciéndolo llegar más allá de las previsiones contenidas en el mismo, tras la finalización de su vigencia y hasta la negociación de uno nuevo y derogar la prioridad aplicativa de los convenios de empresa sobre los convenios sectoriales.
La UE apremia a España
Calviño ya negocia con la Comisión Europea las reformas económicas que exige la UE a cambio de recibir los fondos europeos de 140.000 millones de euros para sacar a España de la crisis provocada por la pandemia.
Unas reformas que, según ha podido saber Economía Digital, no aparecen en la versión inicial del plan de recuperación que Sánchez envió a Bruselas a principios de octubre y que son una “condición imprescindible” para recibir las ayudas comunitarias, según recalcan fuentes europeas.
La UE aprieta a España para estudiar la reforma de las pensiones y la reforma del mercado laboral. La vicepresidenta económica aseguró que las conversaciones con el Ejecutivo comunitario sobre la reforma de las pensiones están ya avanzadas y se basan en el acuerdo “histórico” al que se llegó en el Pacto de Toledo, que considera “tremendamente positivo”.
Sin embargo, la ministra reconoce que el gran escollo del Gobierno a la hora de presentar en Bruselas es la reforma laboral, que apenas se ha tratado entre el Gobierno y los agentes sociales.
“Estamos realizando reuniones entre los distintos ministerios”, dijo Calviño hace un par de semanas antes de entrar en la última reunión del Eurogrupo.
“Con respecto al ámbito laboral, desde el principio hemos sido claros con la voluntad de afrontar un paquete de medidas que permitan modernizar nuestro marco laboral, y este trabajo se va a hacer en el contexto del diálogo social. El planteamiento que se hará a las autoridades europeas será presentar todo este conjunto o este paquete de acciones de reformas e inversiones que van a irse desplegando y desarrollando a través del diálogo social”, explicó la ministra.
Preocupa la tasa de temporalidad
“De momento no hemos entrado a hablar en detalle de cuestiones relacionadas con el ámbito laboral”, reconoció Calviño, ya que aún no están cerradas con el resto de ministros y los agentes sociales, “más allá de lo que ya conoce la Comisión Europea con respecto a las intenciones de nuestro Gobierno y nuestra determinación de abordar ese paquete de modernización del mercado laboral en el contexto del diálogo social, un aspecto que, por cierto, las instituciones europeas valoran muy positivamente”.
Fuentes europeas destacan a ED que “lo que se pide a España son medidas para reducir la tasa de temporalidad y se opone a que se revierta la reforma laboral del Gobierno de Mariano Rajoy en 2012 porque desempeñó un importante papel en el fomento de una recuperación intensiva en empleo que se inició en 2014″.
De momento, la UE apremia a España a presentar todos los planes para examinarlos cuanto antes, ante el tiento de Calviño para solucionar en el seno del Gobierno de coalición los puntos a derogar de la reforma laboral.