Las cuatro amenazas a las que se enfrentará la banca en el 2021, según S&P

  • “El apoyo que se está dando a la economía no puede durar para siempre”
  • Cuando se vayan retirando las ayudas “se verá la imagen real de la economía”
  • La banca tendrá que lidiar con unos tipos más bajos y mayores insolvencias

El sector bancario lleva años sufriendo un descenso intenso de su rentabilidad. Los bajos tipos de interés y los mayores requerimientos de capital (junto a otras regulaciones) han dejado atrás los años dorados de un sector fundamental para la economía. Si la banca tiene problemas serios, éstos pueden repercutir en la economía real de forma determinante. Son pocas o casi ninguna las crisis que no han tenido un componente financiero. La salud del sector es clave para que el crédito siga apoyando a la economía real y por ello los expertos ven con preocupación las amenazas a las que se enfrente la banca en los próximos meses y años.

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Las advertencias han llegado desde bancos centrales, instituciones económicas, gobiernos, etc. Resulta vital evitar que la recesión económica se transforme en una crisis financiera. Los problemas que están sufriendo hoy millones de empresas y familias pueden traducirse en un incremento de los préstamos fallidos, dañando el balance de los bancos y su capacidad para seguir dando crédito a una economía muy necesitada. La banca debe superar hasta cuatro amenazas en el corto y medio plazo.

Los economistas de la agencia de rating S&P advierten de que “este año ha sido duro para los bancos. Pero el año que viene puede ser aún más difícil. El 2021 podría convertirse en la prueba más dura para los bancos desde la crisis financiera mundial”, sostienen estos expertos.

Cuatro amenazas:

-La crisis del covid-19 se prolonga. Esta es la primera gran amenaza. El escenario base para S&P prevé que haya una vacuna ampliamente disponible desde mediados de 2021 y una fuerte recuperación económica el próximo año es nuestra. En este escenario la banca estará bajo presión, pero resistirá sin que se vean reducidas apenas sus calificaciones crediticias. “Si la economía empeora por el covid o la crisis se prolonga más allá de nuestro escenario base, entonces podemos esperar un cambio radical para mal en las calificaciones de la banca”.

-Fin de la ayuda a los sectores dañados. Los gobiernos han respondido a la crisis con grandes dosis de ayudas y avales que están salvando a millones de personas y empresas. Sin embargo, las autoridades públicas deben hacer frente a un delicado acto de equilibrio. Las medidas que benefician a los bancos a corto plazo podrían contribuir a un exceso de deuda corporativa y de los hogares que no se puede financiar en épocas normales, o introducir un mayor riesgo moral al alentar a los bancos a relajar los estándares de los préstamos, entre otras vulnerabilidades. “Es probable que los bancos se enfrenten a años de menor rentabilidad debido a la contracción de los márgenes de interés en un entorno de tipos de interés ultrabajos… aunque no es nuestro escenario base, cualquier interrupción importante en los mercados de financiación o derivados agravaría la adversidad para los bancos”.

-Más endeudamiento y riesgo de insolvencias. “El aumento continuo del endeudamiento por parte de las empresas y más insolvencias para 2021 plantearán riesgos importantes para los bancos… Además, algunas empresas pueden empezar a ser menos en un mundo pospandémico debido a cambios estructurales en el comportamiento del consumidor. Muchas empresas tendrán que ajustar sustancialmente sus modelos de negocio en el nuevo entorno empresarial. Esperamos que la deuda corporativa global aumente a un promedio del 103% del PIB en 2020 (del 89% en 2019) y la deuda pública al 97% del PIB (del 82% en 2019)”.

Desde S&P esperan que la calidad y la rentabilidad de los activos bancarios (teniendo en cuenta los altos costes crediticios y los bajos márgenes de interés) permanezcan bajo una presión significativa en 2021. A pesar del aumento en el aprovisionamiento en 2020, ante un más que probable aumento de la mora, “vemos una riesgo de que se requieran más recargas. La menor rentabilidad seguirá traduciéndose en una menor generación de capital interno“, rezan los expertos de la agencia.

-Problemas en el mercado de la vivienda. “Unos plazos más largos para pagar alquileres o letras de las hipotecas, la indulgencia de los propietarios, la renegociación de los acuerdos entre bancos e hipotecadas y unos tipos de interés históricamente bajos pueden estar enmascarando problemas subyacentes de calidad de los activos. Creemos que este es particularmente el caso de la vivienda en propiedad, donde los bancos generalmente mantienen altos niveles de seguridad y pueden lidiar con dificultades de flujo de efectivo de prestatarios a corto plazo o temporales. No obstante, el covid-19 está acelerando las amenazas preexistentes en segmentos del mercado de propiedades de empresas, como los centros comerciales o los minoristas que están sufriendo por el auge de las ventas online”.

A todo ello hay que sumar el fuerte cambio que se avecina en el sector de las oficinas, donde el teletrabajo puede dejar muchos edificios vacíos y generar problemas financieros para sus dueños. Por otro lado, si los gobiernos dejan de apoyar a las personas que se encuentras sin trabajar o de vacaciones forzosas, el mercado inmobiliario residencial puede empezar a ser un problemas para los bancos, sobre todo en aquellos países donde las hipotecas tienen un mayor peso en el activo de los bancos.

“El apoyo que se está dando a prestatarios (personas con créditos) para sobrevivir no puede durar para siempre. Su retirada revelará una imagen más real de la calidad de los activos bancarios subyacentes, incluso cuando las economías comiencen a recuperarse”, sentencia la nota de S&P ratings. Pese a todo, estos expertos creen que la dinámica de la recesión actual es diferente. Un fuerte apoyo fiscal a las economías está beneficiando a los bancos, los mercados las condiciones de financiación siguen siendo buenas y, además, los bancos están mejor equipados que en 2009 para resistir las presiones económicas.

Vía:https://www.eleconomista.es