España fue el primer país que solicitó esta ayuda y sería el segundo más beneficiado, después de Italia
Bruselas está a punto de lanzar el primer salvavidas a España. La Comisión Europea está dispuesta a conceder a nuestro país hasta 21.300 millones de euros del instrumento conocido como SURE para sufragar los ERTE. De esta manera, España se convertiría en el segundo mayor beneficiario tras Italia, al que Bruselas está dispuesta a otorgar hasta 27.400 millones. SURE es un nuevo mecanismo de carácter temporal que tiene como objetivo amortiguar la destrucción de empleo ocasionado por los estragos económicos del coronavirus. Mediante este nuevo instrumento comunitario aprobado en mayo, los países europeos consiguen préstamos blandos a unos tipos de interés más reducidos que los proporcionados por el mercado debido a que este dinero se moviliza gracias a las finanzas sin mácula (triple A) del presupuesto europeo. De esta forma, el incremento del gasto público será menor para nuestro país. Además, España siempre ha defendido la creación de este instrumento ya que para el Gobierno de Pedro Sánchez supone el embrión de un posible sistema de reaseguro europeo contra el paro.
España fue el primer país que solicitó esta ayuda por valor de unos 20.000 millones. Este dinero puede utilizarse no sólo para sufragar los ERTE sino también para, por ejemplo, apoyar a los autónomos cuya actividad se haya visto amenazada por la pandemia. El programa cuenta con hasta 100.000 millones de euros y, de momento, se beneficiarían 15 país con uno total de 81.400 millones.
A partir de ahora, la última palabra corresponde a las capitales, ya que son los Estados miembros los que otorgan avales adicionales a la caja común europea para que se pueda movilizar este dinero en los mercados. La Comisión Europea ya ha dado luz verde a este montante pero los portavoces europeos no quieren adelantar cuándo llegará esta cantidad a las arcas españolas ya que no todos los países han completado este proceso de garantías. Cada país contribuye según su porcentaje relativo respecto al total de la renta nacional bruta (RNB), igual que en el Presupuesto europeo.
Tras conocer la propuesta de la Comisión Europea sobre los fondos que corresponden a cada país, serán las capitales europeas las que determinarán la cuantía y los tramos en los que se desembolsará la ayuda. El primero de ellos podría llegar en otoño y el resto, a lo largo del año que viene.
El SURE no es el único instrumento que tienen como objetivo auxiliar a los socios europeos. Bruselas ha puesto a disposición de los Estados una línea especial de crédito dentro del mecanismo de rescate europeo, (el MEDE) para sufragar el gasto sanitario originado por la pandemia. Los Estados que lo soliciten podrán recibir hasta un 2% de su PIB, lo que en el caso de España equivale aproximadamente a unos 24.900 millones de euros siempre y cuándo este dinero se destine a partidas destinadas a cubrir los costes sanitarios, tanto directos como indirectos, lo que también incluiría medidas de prevención. Antes de recibir este dinero, el Estado concernido debe elaborar una lista con estas medidas. A pesar de que este instrumento de apoyo también consiste en créditos blandos, España por el momento no ha mostrado interés en recurrir a esta ayuda. El MEDE es el mismo fondo usado en la pasada crisis para auxiliar a los países europeos que no podían conseguir financiación en los mercados a cambio de drásticos recortes y las visitas de los hombres de negro. A pesar de que esta nueva línea de crédito no tendría aparejadas estas duras condiciones, tanto España como Italia se resisten a acudir a este instrumento debido al estigma de los viejos fantasmas del MEDE.
Además, en julio se creó un nuevo fondo de reconstrucción, el Next Generation EU, valorado en 750.000 millones y del que a España le corresponden 72.700 millones en ayudas directas. Para acceder a este dinero, España deberá presentar un programa de reformas y proyectos de inversión antes del 15 de octubre junto al borrador de los presupuestos.