La contracción de un 9,8% de la economía de la OCDE en el segundo trimestre no se repetirá, pero deja daños irreparables a corto plazo
Se espera que la fuerte contracción económica sufrida por los países que forman la OCDE durante el segundo trimestre, afortunadamente no se repita. Sin embargo, los efectos que en las economías que forman parte de la organización -entre ellas España, que ha sido la segunda más castigada por detrás de Reino Unido-, tardarán en borrarse y en el caso de nuestro país los efectos en el empleo y el endeudamiento pueden ser complicados de remontar.
España cerró el segundo trimestre con una caída del 18,5% del Producto Interior Bruto (PIB), la mayor de la serie histórica, debido a los más de dos meses de estado de alarma -que se extendió entre el 14 de marzo y el 20 de junio- y al cierre de la actividad económica. Esto ha provocado un desplome sin precedentes tanto en la demanda interna como en la externa. En este periodo, solo la agricultura ha mostrado crecimiento.
Entre abril y junio también se produjo una destrucción de más de un millón de empleos, de nuevo, el peor dato histórico. Bajo los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) se amparó a 3,4 millones de trabajadores, según la Encuesta de Población Activa (EPA), en un indicador que no ha mostrado un buen rendimiento hasta el pasado julio.
Entonces se inscribieron 161.217 trabajadores -la mejor cifra desde 2005- a la Seguridad Social, aunque el mercado laboral sigue, no obstante, por debajo de los niveles previos a la crisis sanitaria.
Del total de trabajadores en ERTE aún permanecen unos 695.000 bajo estos mecanismos, según datos del Ministerio de Seguridad Social. Alojamiento y servicios de alimentación son los sectores que acumulan el mayor número de trabajadores, que se concentran especialmente en comunidades como Baleares, Canarias o Andalucía, las más dependientes del turismo. Parece complicado que en septiembre, en medio de los rebrotes y con la temporada turística prácticamente finalizada, las cifras vayan a remontarse.
En cuanto al desempleo, en el segundo trimestre se sumaron 55.000 personas hasta llegar a un total de 3,36 millones de tabajadores, un 15,33% respecto a los tres primeros meses de 2020.
La Airef pronostica un rebote del 15% entre julio y septiembre
La caída de los ingresos y el incremento del gasto público ha llevado el déficit de España al 4,36% del PIB, tras incrementarse en 48.767 millones, el 4,36% del PIB, debido al alza del gasto público. Un agujero que irá a más, y que, según el Ejecutivo nos dejará un déficit del 10% este año.
Para financiarlo, la deuda pública se ha elevado hasta un máximo de 1,29 billones de euros según datos del Banco de España, que a falta de emitir el porcentaje, todo apunta a que seguirá estando por encima del 100% del PIB.
En este sentido, haría falta un fin de año extraordinario para que la economía remonte y todo apunta a que la V asimétrica de la recuperación podría ser más alargada de lo inicialmente previsto, especialmente si septiembre es flojo. Por el momento, los modelos estadísticos que ofrece la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) avanza que la economía española crecerá un 15,2% en el tercer trimestre. Para el cálculo, tiene en cuenta los datos económicos que se han ido publicando.
El tercer trimestre es clave para dar una pista más realista sobre cuál puede ser el golpe económico del conjunto del ejercicio.