Las entidades endurecen las condiciones de los préstamos para evitar una avalancha de morosidad y los avales se disparan un 46%
La banca española endurece el crédito a las empresas tras las advertencias del Banco Central Europeo (BCE) para vigilar el repunte de la morosidad. En el arranque de 2023, las entidades han elevado los criterios para aceptar las solicitudes de préstamos en medio de la crisis de precios, la nueva subida de tipos por parte del supervisor y la crisis de confianza que se ha desatado en los de los mercados hacia el sector bancario tras el colapso de Silicon Valley Bank y Credit Suisse.
Por un lado, los bancos consultados admiten una caída en la demanda de crédito por parte de las empresas en inicio del año. Por otro, reconocen que de forma gradual se han endurecido las condiciones para acceder a la financiación. Aunque puntualizan que no obedece a una política por parte de las entidades de cerrar el grifo, sino a las condiciones macroeconómicas.
A mediados de marzo, el Banco Central Europeo (BCE) ejecutó una nueva subida de tipos de interés de 0,5 puntos hasta el 3,5% para tratar de frenar la crisis de altos precios. Un entorno de tipos más altos encarece el precio del dinero y provoca que muchos clientes, en las condiciones actuales, no puedan acceder a la financiación.
Los bancos están sometidos a una normativa que les obliga a conceder crédito responsable. Entre otras cuestiones, esto implica que en el momento de aceptar un préstamo la entidad tiene que realizar un examen para evaluar la solvencia de la compañía y estar segura de que los clientes pueden pagar las cuotas lo largo de la vida del crédito. Y dado que las condiciones macro son más exigentes tras la nueva subida de tipos, ese test también lo es.
“Con unos tipos más altos, el perfil de riesgo del cliente también aumenta. Se trata de un proceso casi automático. No es que se cierre el grifo del crédito, sino que las condiciones son más duras, pero a veces también influye la intensidad que se aplica a ese scoring financiero. De todas formas no se ha producto un cambio radical, es un proceso de paulatina adaptación al entorno de tipos”, explican fuentes bancarias.
Se da la circunstancia de que en las últimas semanas el BCE viene advirtiendo a los bancos, en las reuniones que mantiene habitualmente el supervisor con las entidades, adoptar un criterio de precaución con la concesión de crédito ante el temor una avalancha de impagos. Aunque en España los bancos todavía no han aflorado carteras morosas (el nivel medio de impagos del sector se situó en el 3,54% a cierre de 2022, que es la tasa más baja desde 2008), sí han incrementado las carteras en vigilancia especial, o stage 2, que es el paso previo para que un crédito se considere moroso.
“Con una subida de tipos se deteriora la capacidad de pago y repago de los clientes y el impacto que tiene en la mora es que repunta. El BCE quiere entidades más solventes y pide vigilar y tener cuidado con la concesión de crédito para no incurrir en la morosidad”, detallan otras fuentes financieras.
El propio BCE reconocía en su último informe trimestral sobre préstamos que los bancos españoles habían endurecido aún más las condiciones de crédito para las empresas durante el último trimestre de 2022 y que preveía unas condiciones todavía más duras para el inicio de 2023.
El supervisor elabora cada trimestre un informe basado en una encuesta a los bancos europeos en la que exponen su percepción sobre las condiciones del crédito a empresas, hipotecas y al consumo. En el caso de España, el 33% de las entidades constataron un endurecimiento adicional de las condiciones aplicadas a las empresas para acceder a la financiación. Se trata de un aumento adicional al 25% del trimestre anterior y un dato superior a la media europea, que se sitúa en el 26%.
El BCE detalla que, en general, los riesgos relacionados con las perspectivas económicas, las subidas de tipos, la situación específica de cada empresa y la baja tolerancia al riesgo de los bancos provocaron “un endurecimiento en los estándares crediticios”. Igualmente, destaca que los bancos sufrieron una caída en la demanda de crédito mayor de lo esperado y contaban con una menor inversión crediticia en el arranque del año.
Los avales a empresas se disparan un 46%
Sociedades de garantía recíproca. Una de las formas que tienen los bancos de endurecer las condiciones de financiación a las empresas es exigir más avales para acceder al crédito. En ese sentido, entre enero y febrero el importe de los avales concedidos por las sociedades de garantía recíproca (SGR) ascendió a 338 millones, lo que supone un 46% más respecto al mismo periodo del año anterior, según los datos facilitados por Cesgar. La demanda de avales destinados a inversión fue superior que a los avales destinados a circulante.
Los tipos más altos desde 2015. El tipo de interés medio de los créditos bancarios a pymes subió hasta más del 3% aumentando más de un punto porcentual respecto al trimestre anterior, según los datos proporcionados por la patronal Cepyme. Se trata de la primera vez que los tipos de créditos a pequeñas y medianas empresas superan el 3% desde el año 2015. En cuanto a nueva financiación, Cepyme señala que las pymes recibieron 46.200 millones en el cuarto trimestre de 2022, lo que supone un 15,4% más. No obstante, puntualiza que a euros constantes El año pasado fue el segundo en que menos nuevos créditos captaron las pymes desde 2014.