El director mundial de la OIT expresa su deseo de que el consenso social en España dure durante la salida de la crisis, que augura incluso “más difícil” que el parón productivo
El Gobierno, la patronal y los sindicatos tienen previsto iniciar el próximo miércoles las negociaciones para analizar qué sectores, territorios o situaciones requerirán mantener los Expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y en qué condiciones más allá del 30 de junio o qué otro tipo de ayudas requerirán las empresas y trabajadores que sigan teniendo dificultades para llevar a cabo su actividad.
Así lo ha anunciado hoy la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, durante una conferencia virtual que ha mantenido junto al director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder, organizada por Nueva Economía Forum, donde ha explicado que en dicho encuentro –que será el primero en el marco de la comisión tripartita de seguimiento del acuerdo firmado el lunes pasado para renovar los ERTE hasta el 30 de septiembre– “el Gobierno y los interlocutores sociales determinarán el alcance de las ayudas que será necesario mantener más allá de junio”.
Por su parte, Guy Ryder ha felicitado a los actores del mercado laboral español por haber pactado el uso de una herramienta como los ERTE y ha mostrado su deseo de que “ojalá que esa situación de consenso se pueda mantener en la salida de la crisis”. Dicho esto ha hecho un llamamiento a la prudencia en los procesos de reincorporación al empleo: “No podemos permitirnos, ahora que hemos hecho tanto, volver al trabajo en condiciones inaceptables para la salud de los trabajadores”.
El responsable mundial de la OIT ha advertido que el cierre brusco del proceso productivo fue muy duro, “pero la salida va a ser mucho más compleja” y ha considerado que el debate ahora se debe concentrar en el calendario de cuando y como es posible reincorporarse a la actividad. Pero eso, ha dicho, debe estipularse en cada país, no puede haber reglas generales.
Dicho esto, Ryder ha criticado que “la reacción internacional a la lucha contra la pandemia no ha sido suficiente”. De hecho, ha especificado que los países más desarrollados del G-20 “no han estado a la altura, cada país está actuando por su cuenta y eso es evidentemente insuficiente”. Igualmente ha reprochado al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial, haber hecho esfuerzos pero tampoco los suficientes.
Aunque sí pidió que se siga el consejo dado desde el FMI a los países para que “gasten lo que tienen y un poquito más” a la hora de destinar ayudas para proteger a los ciudadanos y evitar que más de la mitad de la población activa se quede sin el trabajo que es su medio de vida.