El ministro negocia con Hacienda que los que ahora están exentos también hagan la declaración. l objetivo es evitar lagunas en el nuevo sistema de cotización
Que no se escape ni un euro del control gubernativo. Ese es el objetivo secundario que se ha marcado el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, con su nueva reforma de cotizaciones por ingresos reales, tras presentar a la Agencia Tributaria una propuesta para que todos los autónomos estén obligados a realizar la declaración de la renta. De este modo, los trabajadores por cuenta propia que ahora están exentos de esta obligatoriedad –lo que cobran menos de 1.000 euros al año– se verían forzados a dar cuentas de sus ingresos. Según fuentes de la negociación, la intención de la Seguridad Social no sería «primordialmente» fiscalizar esos ingresos, sino la «recabación de toda información necesaria para poner en marcha el nuevo sistema sin lagunas».
La complejidad en la aplicación de este nuevo cuadro de cotizaciones estaría detrás de esta propuesta. Así los reconocieron a LA RAZÓN fuentes ministeriales, que explicaron que «el nuevo sistema requiere, lógicamente, que se comuniquen todos los rendimientos a la Agencia Tributaria para regularizar sus cotizaciones sociales del año anterior, algo que la mayoría ya hace», por lo que prácticamente afectaría a una parte insignificante de autónomos.
Fuentes de Hacienda confirmaron a este diario que los contactos se habían efectuado, pero que había sido un simple cambio de impresiones, en la que desde Seguridad Social «se nos han planteado algunas medidas, y esta es una de ellas. Pero estamos todavía en un momento muy prematuro y no se puede determinar ninguna conclusión». También quisieron destacar que exigir una declaración a personas con tan exiguos ingresos «no significa que se busque que ese contribuyente tenga que pagar, sino más bien lo contrario».
Desde la asociación ATA han vuelto a poner énfasis en que la propuesta del Gobierno supondrá un «mayor número de obligaciones formales», refiriéndose a los citados los autónomos que tienen menos de 1.000 euros de ingresos anuales, a los que, si se aprueba , se les obligará a hacer la declaración de la renta. «El sistema que están planteando sigue siendo muy complejo, poco progresivo y, sobre todo, nada equilibrado», reiteraron desde ATA.
Pese a que estos autónomos no habituales apenas tienen ingresos, el Ministerio no ha planteado para ellos una adaptación de sus cotizaciones y solo podrán beneficiarse de una tarifa plana de 70 euros mensuales, demasiado para unos trabajadores que ingresan menos de 100 euros al mes.
Vía: https://www.larazon.es