A los empresarios les pide que no suban precios y aguanten la tensión en márgenes
El Gobierno ha decidido alinearse en esta ocasión con la patronal de empresarios y ha lanzado una campaña para conseguir que los sindicatos acepten subidas moderadas de salarios, pese a la inflación disparada, para evitar que se produzcan efectos de segunda ronda y el país caiga en una espiral inflacionista.
Así lo ha pedido el propio presidente, Pedro Sánchez, en el Comité Federal del PSOE celebrado este domingo y así se lo trasladará este lunes a los agentes sociales en la reunión prevista de la Mesa de Diálogo Social para el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Patronal y sindicatos ya se vieron las caras el pasado jueves para abordar la firma del quinto Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), en el quedará marcada su recomendación sobre las revalorizaciones de sueldos recogidas en convenios colectivos de aquí a los próximos años, y el próximo miércoles, día 9, se citarán de nuevo para empezar a compartir cifras concretas.
El presidente quiere adelantarse a esa segunda reunión y este lunes pedirá “moderación” a los interlocutores, en claro guiño a la patronal con quien está vez ha alineado posiciones.
Sánchez quiere que el pacto de rentas sea el “primer eje” con el que hacer frente al impacto que va a tener la guerra de Ucrania en los precios. “Un pacto de rentas, un gran acuerdo de país que proporcione estabilidad y confianza, tanto desde la perspectiva de los costes salariales, como desde la moderación en los márgenes y beneficios de las empresas” en un contexto en el que “uno de los mayores riesgos económicos de la guerra es el precio de la energía, de diversas materias primas y su traslación al IPC”, señaló la semana pasada.
A cambio de mediar para que las subidas de salarios sean leves, el presidente ha pedido a las empresas del país que no trasladen en exceso la subida de costes a los precios finales, ya que eso también alimentaría la espiral.
Por el momento, CCOO y UGT no parecen estar muy de acuerdo con este “pacto de rentas” que, en su opinión, empobrecerá a la clase trabajadora y reivindican subidas salariales de en torno al 5%, habida cuenta de que los precios subieron en febrero un 7,4% respecto al mismo mes del año anterior.
Fuentes empresariales, por su parte, admiten a EL MUNDO que estarían dispuestas a pactar subidas más moderadas, por debajo de la inflación subyacente, que en febrero fue del 3%, es decir, de en torno al 2,5%. Una subida de ese nivel estaría alineada con la aprobada por el Ejecutivo para revalorizar las pensiones, por ejemplo.
El Gobierno se adelanta a la reunión del jueves
Aunque la reunión de este lunes es para abordar la evolución del Plan de Recuperación, la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, ha asegurado que se hablará del pacto de rentas. En una entrevista en Antena 3 esta semana, recordó “la importancia de que desde el Ejecutivo impulsemos ese encuentro entre los agentes sociales” para abordar la evolución de los salarios, “la evolución de los beneficios y dividendos empresariales porque el impacto tiene que repartirse también en el conjunto de la economía” y las medidas de apoyo a los colectivos más vulnerables.
Además de alcanzar este pacto de rentas, los sindicatos exigen que se complete con una reforma fiscal, para la que, precisamente, el Ministerio de Hacienda acaba de recibir el informe del comité de expertos con recomendaciones como armonizar el impuesto de Patrimonio y revisar la aplicación del IVA reducido a algunos productos y servicios.
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha defendido que, “con o sin acuerdo”, la negociación sobre salarios debe concluir durante el mes de marzo. Además, ha rechazado públicamente la cifra del 5% y ha indicado que la patronal ha elevado este año un 2,1% los salarios, porque tienen que dar “ejemplo” de contención en un contexto marcado por la “incertidumbre” por la inflación y la guerra en Ucrania. Además, el presidente de los empresarios españoles ha avisado del “riesgo” de que “si jugamos a la inflación con los salarios” se genere un “problema” al convertir la inflación en estructural.
En este punto, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, aseguró esta semana que la guerra en Ucrania derivada de la invasión de Rusia “va a tener consecuencias económicas y sociales” en España por el repunte de la inflación y ha defendido un “reparto de la carga” entre empresarios y trabajadores. No obstante, aunque ha reconocido que esta negociación “le compete al diálogo bipartito”, el Gobierno “va a trabajar para tomar las medidas que sean eficaces y necesarias para que la gente no sufra más como consecuencia de esta guerra”. Asimismo, ha apostado por que las medidas que adopte el Ejecutivo “en lo posible” sean “colegiadas y consensuadas” con el resto de fuerzas políticas.