El IRPF y las cotizaciones sociales suponen el 61% de la recaudación fiscal en España

  • Solo Estados Unidos y Alemania superan este dato entre las economías desarrolladas
  • El poder adquisitivo de los salarios se mermó por los impuestos y el efecto del IPC

La OCDE publica, como viene haciendo cada año al final de la temporada estival, su análisis sobre fiscalidad y políticas abordadas en materia de impuestos. Uno de los principales datos recopilados muestra que España es la tercera economía desarrollada con mayor peso del impuesto sobre la renta y las cotizaciones sociales respecto a la recaudación fiscal. El IRPF y las cuotas a la Seguridad Social representan el 61,2% de todos los ingresos fiscales, un dato que sólo superan EEUU (65,4%) y Alemania (66,7%).

Los impuestos sobre la renta y las cotizaciones a la Seguridad Social son, por lo general, el pilar de la recaudación impositiva en la mayoría de los países de la OCDE y, en concreto, en aquellas economías con mayores ingresos; y viceversa en el caso de aquellas con ingresos medios y bajos. El promedio de la OCDE resulta en que el 52% de los ingresos fiscales se deben al IRPF (24%) y cotizaciones (28%), según los datos recién publicados.

Teniendo en cuenta que lo habitual es que IRPF y cotizaciones sociales soporten, aproximadamente, la mitad de los ingresos por impuestos sobresale el caso español, alemán y estadounidense. Los fiscos de estos tres países son los únicos que se nutren en más del 60% por los citados instrumentos recaudatorios, aunque existe una diferencia evidente entre los dos modelos. Y, en el caso español, ha sumado cinco puntos desde el año 2000. 

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Daniel Bunn, presidente de Tax Foundation, atiende a elEconomista.es para apuntar la diferencia entre el escenario fiscal en España y Alemania, que se asemeja más, y el de Estados Unidos. “En Alemania y España, los impuestos de la seguridad social representan más de la mitad de la recaudación de impuestos individuales. Por lo general, se trata de impuestos a tanto alzado que no varían en función de la renta individual, pero añaden costes significativos al empleo”, señala Bunn.

Así, la gran diferencia está en la forma de declarar el impuesto sobre la renta en el país norteamericano, que está inflado por los resultados de algunas empresas. “En Estados Unidos, los impuestos sobre la renta de las personas físicas incluyen los ingresos de las empresas que se declaran en el IRPF. Esto abulta los datos de recaudación del impuesto sobre la renta de las personas físicas en EEUU simplemente por la distinción entre empresas societarias y no societarias”, explica Bunn.

Durante 2021, los ingresos fiscales nominales aumentaron proporcionalmente más que el PIB nominal en promedio dentro de la OCDE por la reapertura de la actividad económica. El incremento de la presión fiscal, medida como la recaudación respecto al PIB, aumentó 0,6 puntos, lo que supone el mayor salto anual desde al menos 1990.

El efecto nocivo de la inflación

La crisis de precios tuvo importantes consecuencias para la presión fiscal sobre el trabajo en 2022 debido a los “efectos de arrastre fiscal”, explica en su análisis la OCDE. El crecimiento de los salarios nominales no siguió el ritmo del aumento de los precios en los países de la OCDE por término medio en 2022, lo que significa que los ingresos de los trabajadores cayeron en términos reales.

A este efecto natural derivado de la inflación se suma la progresividad en frío del IRPF. A pesar de que la mayoría de los países de la OCDE indexan sus sistemas fiscales y de transferencias con mecanismos automáticos o discrecionales, el aumento de los ingresos nominales empujó a los contribuyentes laborales a tramos más elevados del IRPF en varios países, aumentando los tipos impositivos medios sin mejorar su poder adquisitivo real.

Por poner en contexto en el caso de España, los datos de la Agencia Tributaria revelan una recaudación histórica en 2022 por el impuesto sobre la renta, que aumentó más de un 15% el año pasado. La decisión de no ajustar la tarifa a la evolución salarial impulsada por la inflación hizo ganar a las arcas públicas un total de 109.485 millones, casi 15.000 millones más que el año anterior.

Esta enciclopedia fiscal recoge cambios impositivos, también la reforma de pensiones española que cambia el sistema de cotización de los autónomos y que también recoge subidas en las cuotas de los trabajadores asalariados. Así, con una previsible mejora de ingresos de la Seguridad Social durante esta década se abre la puerta a que la importancia del IRPF y esta partida sea aún mayor respecto a los ingresos totales vía impuestos.

Vía: https://www.eleconomista.es/