El menor consumo e inversión aceleran la caída de las importaciones frente al menor ajuste de las exportaciones
La paralización del comercio exterior mundial sigue lastrando las exportaciones españolas, que ya encadenan ocho meses a la baja. Entre enero y octubre, las ventas al exterior de bienes acumularon una caída del 11,9% anual hasta los 213.683 millones de euros, situándose en niveles de 2016, según los datos hechos públicos por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
Casi todos los sectores registran caídas en las ventas, especialmente significativas en el caso de la automoción (-16,3%) y en de los bienes de equipo (-15,5%), ya que entre ambos sectores concentran el 34% de las exportaciones españolas. La única actividad cuyas ventas al exterior subieron fue la alimentación, con un alza del 5,4% hasta octubre, gracias a que ha sido considerada una actividad esencial en la pandemia. Y entre todos los alimentos destacan los productos cárnicos, con un avance anual del 17,2%.
Pese a ese profundo deterioro, el déficit comercial, que mide la diferencia negativa entre exportaciones e importaciones, se redujo un 58% hasta los 11.756 millones. Se trata del nivel más bajo de la serie histórica del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, que arranca en 1990. La explicación a esta paradoja reside en que las importaciones de bienes han caído con más fuerza (un 16,7% menos hasta octubre) que las exportaciones, como consecuencia de una crisis económica que ha provocado un frenazo en el consumo y la inversión.
Y el mejor exponente de esta tendencia son las compras de productos petrolíferos, que lastraban la balanza comercial por la fuerte dependencia de otros países. Entre enero y octubre, las importaciones de petróleo, gas, carbón y electricidad se desplomaron un 38,3% hasta los 22.963 millones de euros, lo que supone que se han dejaron de importar 14.229 millones de euros en productos energéticos en los diez primeros meses de 2020.