La valoración de la situación económica retrocede a niveles de 2020
Los quinientos empresarios familiares reunidos en Cáceres han emitido esta mañana un diagnóstico unánime sobre la economía española: el enfriamiento es un hecho. En una encuesta realizadas a los empresarios presentes en el XXV Congreso del Instituto de la Empresa Familiar, el 58% de los empresarios han vaticinado que el crecimiento económico será “frágil” sin creación neta de empleo, mientras que otro 40% apostaba por un “moderado” aumento de la actividad económica con una limitada creación neta de empleo.
Preguntados por una valoración por la situación económica entre 0 y 9 puntos, los encuestados otorgaron una puntuación de 4,59 puntos. Desde que este indicador alcanzara su máximo registro en 2017 con 6,22 puntos inició un descenso continuado que le llevó a mínimos históricos en 2020, coincidiendo con el primer año de la crisis del coronavirus, en el que el contexto económico solo obtuvo 4,1 puntos. Un año después remontó a 4,91 puntos y en 2022 ha retrocedido a 4,59 puntos.
El pesimismo que rezuma de la encuesta se torna en optimismo a la hora de valorar las previsiones económicas de las empresas. Una aparente contradicción que se explica por el elevado grado de internacionalización de las empresas presentes, lo que les permite afrontar de mejor manera las crisis económicas en geografías concretas. Preguntadas por la evolución de sus ventas, un 48% augura que las ventas mejorarán respecto a este ejercicio, lo que supone una mejora de 18 puntos porcentuales respecto a 2020, mientras que en el caso del empleo, el 56% anticipa que lo mantendrá, solo un 9% constata que lo reducirá y un 35% confirma que ampliará sus plantillas.